Hondumedios

Castro enfrenta crisis tras renuncias por escándalo de vínculos con narcos

La dimisión del secretario del Congreso Nacional, Carlos Zelaya, y del ministro de Defensa, José Manuel Zelaya, en medio de un escándalo vinculado al narcotráfico y la eliminación del tratado de extradición con EE.UU., representa un serio revés para el gobierno de Xiomara Castro.

Carlos Zelaya y José Manuel Zelaya, hermano y sobrino, respectivamente, del expresidente hondureño Manuel Zelaya, derrocado en 2009, anunciaron su renuncia para que el primero sea investigado por la Fiscalía de Honduras tras admitir que se reunió con dos narcotraficantes que le ofrecieron dinero para su campaña.

El secretario del Parlamento hondureño y diputado del partido Libertad y Refundación (Libre, en el poder) reveló tras comparecer ante la Fiscalía, que en 2013 participó en una reunión con Juan Ramón Matta Waldurraga, hijo del narcotraficante Juan Ramón Matta Ballesteros, que desde 1990 cumple cadena perpetua en una cárcel de EE.UU., y uno de los líderes de la banda narcotraficante Los Cachiros, quienes le ofrecieron dinero para su campaña, aunque aseguró que nunca lo recibió.

No habían transcurrido setenta y dos horas de la decisión de la presidenta Xiomara Castro de jugarse su carta de afrenta al imperio estadounidense cancelando el tratado de extradición, denunciando una presunta conspiración para un golpe de barracas, cuando el secretario del Congreso Nacional, Carlos Zelaya, rompió la feroz narrativa gubernamental para confesar que se había reunido con capos de la droga hondureña.

La noticia cayó como bomba, pues meses atrás Carlos Zelaya negaba que se hubiese dado algún acercamiento con líderes del cartel de Los Cachiros, en especial con Devís Leonel Rivera Maradiaga, quien en el juicio de Fabio Lobo y luego en el de Juan Orlando Hernández (JOH), ratificaba que había sobornado a Carlos Zelaya y financiado la campaña de la ahora familia presidencial.

Rivera Maradiaga en los testimonios en ambos juicios, relató como caía la droga en la base de El Aguacate, en donde Carlos Zelaya, estaba implicado en la presunta custodia, y luego señaló que habría otorgado al menos entre 100 y 200 mil dólares al actual diputado por el departamento de Olancho del partido en el poder, Libertad y Refundación (Libre) para las campañas políticas.

En ese momento, Carlos Zelaya y su hermano, el coordinador general de Libre, asesor presidencial y expresidente de Honduras, Manuel Zelaya, rechazaron esas imputaciones, restaron importancia a las palabras de “delincuentes confesos” cuyos relatos salían de los juicios sostenidos contra narcotraficantes hondureños en cortes de Estados Unidos, una de ellas en la corte del Distrito Sur en Nueva York.

La negativa fue la misma que ha sostenido la familia del expresidente JOH condenado por narcotráfico en Nueva York al conocer esos testimonios.

La misma que usó JOH al salir a la luz pública las andanzas de su hermano Juan Antonio “Tony” Hernández, al ser capturado, luego procesado y condenado en los Estados Unidos.

Un video en poder de EEUU

Carlos Zelaya llegó a la cita l Ministerio Público, y de los ahí presentes dijo que el único que conocía, aparte del abogado Carlos Muñoz (ahora cónsul de Honduras en Miami, Estados Unidos) era a Ramón Matta Waldurruaga, hijo del capo de la droga Ramón Matta, quien guarda prisión perpetua en una cárcel estadounidense por temas de drogas.

El secretario del Congreso Nacional, considerado el poder detrás del trono en el parlamento hondureño, luego en el relato a los medios confesó que a otras de las personas que reconoció en la cita fue al político Adán Funez, hoy alcalde de Tocoa, reelecto en varias ocasiones. Indicó que llegó ahí “usando” el nombre del expresidente Manuel Zelaya.

Con el tiempo, dijo, que supo que los otros personajes que estaban ahí eran el señor “don Cachiro”, además de Matta, Muñoz y Funez. Conocedores del narcovideo aseguran que además de Devis Leonel Rivera Maradiaga, participaron en la reunión Héctor Emilio Fernández, conocido como “Don H”, igualmente Matta, Muñoz y Fúnez.

Todo esto que había sido negado por Carlos Zelaya al trascender los testimonios de las cortes de Nueva York, toma un giro de 180 grados, cuando el mismo secretario del Congreso Nacional dice que aparentemente existe un video, “que alguien grabó” y “caí en una trampa”.

“Estoy convencido de que esa reunión fue grabada por todo lo que pasó ahí. Caí en una trampa. Pues asumo mi responsabilidad.  Y así lo creo, existe un video, y bueno pues si hay un video, cuando ustedes conozcan el video se van a dar cuenta que lo que estoy diciendo es la verdad. He venido aquí a ponerme a la orden de la justicia hondureña y también a la justicia internacional”, dijo la mano derecha del expresidente Manuel Zelaya Rosales.

El” familión” ha sido golpeado internamente por sus propios integrantes; el círculo del primer anillo de poder se reduce aún más y los estrategas buscan en las últimas 24 horas ver como revierten la tormenta, levantan la caída imagen de una presidenta, exhibida como pocas veces, además de mantener a flote un gobierno a escasos días del inicio oficial de una campaña electoral en donde buscan retener el poder, aunque los escenarios les sean adversos.

La teoría de la conspiración, gestada por Washington y la embajadora Dogu, se desmoronó, y en paralelo transcurre en la prensa versiones acerca del relato que el capo de la droga Midence Oquelí ha empezado a ofrecer a los fiscales en Nueva York para evitar ir a juicio por narcotráfico. El financiamiento de las campañas es una arista de la que Midence Oqueli tiene mucho que aportar.

Las confesiones de Carlos Zelaya botaron la tesis de “independencia y defensa de la soberanía”. El partido en el poder, Libre, también presenta fisuras entre quienes nunca acuerparon la cancelación de la extradición y los que piden una purga en el partido que pasa por rodar cabezas, entre ellas la del jefe de bancada en el Legislativo, Rafael Sarmiento y el alcalde de Tocoa, Adán Funez.

Ante la renuncia del ministro de Defensa, políticos como Arístides Mejía, ex titular de Defensa en el gobierno de Manuel Zelaya Rosales, dice que debe rodar también la del jefe del estado mayor conjunto de las fuerzas armadas, Roosevelt Hernández, a quien considera un “hombre débil” dentro de la institución.

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