El expresidente de Honduras y asesor presidencial, Manuel Zelaya, ha salido al paso de una serie de críticas generadas por sus declaraciones durante donde afirmó que “no teme a Dios porque se porta bien”, lo que desató una ola de reacciones en diversos sectores políticos y religiosos.

Durante la movilización del Día Internacional del Trabajador, Zelaya expresó que el temor a Dios no debe ser entendido como miedo irracional, sino como reverencia y respeto a lo sagrado. En respuesta a las críticas, el exmandatario utilizó su cuenta en la red social X para aclarar su postura, señalando que “quien actúa con rectitud no teme a Dios, lo honra”.
Las declaraciones de Zelaya fueron interpretadas de distintas maneras. Mientras algunos sectores lo acusaron de irrespetuoso, otros defendieron su postura como una interpretación teológica válida.
En su defensa, Zelaya recordó que cursó estudios en un colegio cristiano católico, lo que le permite hablar de religión con conocimiento y propiedad.
Además, citó pasajes bíblicos para respaldar su argumento, enfatizando que el principio de la sabiduría no es un miedo irracional ni un temor al castigo, sino una conciencia de la justicia divina.
Las declaraciones de Zelaya han generado un debate sobre la relación entre política y religión en Honduras. Mientras sus seguidores consideran que su mensaje fue tergiversado, sus detractores lo acusan de minimizar la importancia del temor a Dios en la vida pública.