La aldea Protección, en el municipio de Choloma, fue escenario de un violento enfrentamiento entre pobladores y agentes policiales, dejando al menos tres personas heridas.

El conflicto estalló tras la oposición de la comunidad a la instalación de una nueva posta policial en la zona, medida que, según las autoridades, busca restablecer el orden y la seguridad.
Desde tempranas horas del martes, los habitantes de Protección bloquearon la carretera principal como forma de protesta.
Alegan que la presencia policial no responde a sus necesidades reales y que, por el contrario, podría agravar la tensión social en una comunidad históricamente marginada y olvidada por el Estado.
La situación se tornó crítica cuando, al caer la noche, agentes policiales intentaron liberar el paso por la fuerza. Lo que comenzó como un operativo de desalojo terminó en un enfrentamiento directo, con piedras, gases lacrimógenos y disparos al aire.
Tres personas resultaron heridas, entre ellas un joven de 19 años que permanece hospitalizado.
El director de la Policía Nacional, afirmó que detrás de la resistencia se encuentra una banda criminal que “no quiere que se instale la paz y la seguridad en la zona”. Sin embargo, líderes comunitarios rechazan esta versión y aseguran que se trata de una criminalización de la protesta social.
“Aquí no somos criminales, somos ciudadanos exigiendo respeto y soluciones reales, no represión”, expresó una vocera del patronato local.
Este incidente pone en evidencia la profunda desconfianza entre las comunidades y las fuerzas del orden, así como la falta de diálogo efectivo por parte del Estado. La instalación de una posta policial, que en teoría debería representar seguridad, se ha convertido en un símbolo de imposición y conflicto.
Organizaciones de derechos humanos han exigido una investigación imparcial sobre el uso de la fuerza durante el desalojo y han llamado al gobierno a priorizar el diálogo con las comunidades afectadas.