A menos de cinco meses de las elecciones generales en Honduras, el Consejo Nacional Electoral (CNE) enfrenta una de sus peores crisis institucionales.

La consejera Ana Paola Hall rompió el silencio y se desmarcó de la propuesta de sesionar con solo dos consejeras propietarias, advirtiendo que dicha práctica es ilegal, inviable e insostenible bajo el marco de la Ley Electoral vigente .
“Entiendo que la posibilidad de sesionar con dos consejeras propietarias cuenta con popularidad, pero mi deber es decidir sobre la existencia de legalidad”, expresó Hall en un extenso análisis jurídico dirigido a sus colegas del pleno, Cossette López y Marlon Ochoa .
¿Qué dice la ley?
Hall argumenta que, aunque la Ley Electoral permite que un consejero propietario convoque a sesión si el presidente no lo hace, el quórum mínimo para sesionar sigue siendo de tres consejeros, sin excepción. Esto incluye la posibilidad de incorporar a un suplente, pero nunca de sesionar únicamente con dos propietarios.
La consejera también desmintió que exista un precedente válido para justificar esta práctica. La sesión de marzo de 2021, citada por algunos sectores como ejemplo, se realizó bajo la antigua Ley Electoral y de Organizaciones Políticas (LEOP), que permitía sesiones con mayoría simple de magistrados. Sin embargo, desde mayo de 2021, con la entrada en vigencia de la nueva Ley Electoral de Honduras (LEH), el quórum mínimo es de tres y no puede ser reducido por interpretación o conveniencia política.
¿Salida rápida o riesgo institucional?
La propuesta de sesionar con dos consejeras ha sido impulsada por sectores que buscan evitar el estancamiento del cronograma electoral ante la inasistencia reiterada del consejero Marlon Ochoa. Sin embargo, Hall advierte que esta “salida rápida” podría tener consecuencias graves: todas las decisiones tomadas en sesiones sin quórum serían nulas y podrían acarrear responsabilidades penales.
“La dinámica de la sesión de dos alejaría la posibilidad de asegurar que exista proceso electoral y que sea confiable”, sentenció Hall, quien también rechazó las presiones externas y las ausencias deliberadas como mecanismos de presión política.
Credibilidad en juego
La crisis en el CNE no solo retrasa decisiones clave del proceso electoral, como la contratación del sistema de transmisión de resultados (TREP), sino que también erosiona la credibilidad de la institución ante la ciudadanía y la comunidad internacional. La falta de consensos internos y el uso político del reglamento interno amenazan con deslegitimar el proceso antes de que siquiera comience.