En un movimiento que ha sacudido el escenario político internacional, el Departamento de Justicia y el Departamento de Estado de Estados Unidos anunciaron este jueves una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca al arresto del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

La fiscal general estadounidense, Pam Bondi, afirmó que Maduro está vinculado a organizaciones criminales transnacionales, incluyendo el Cártel de Sinaloa, el Tren de Aragua y el llamado Cártel de los Hijos, acusándolo de ser uno de los principales narcotraficantes del mundo y una amenaza directa a la seguridad nacional de EE.UU.
Según Bondi, la DEA ha incautado 30 toneladas de cocaína vinculadas a Maduro y sus cómplices, de las cuales siete toneladas estarían directamente relacionadas con el mandatario venezolano.
Además, se han identificado activos ilícitos por más de 700 millones de dólares, incluyendo dos aviones privados y nueve vehículos.
La fiscal también denunció que parte de la droga incautada estaba mezclada con fentanilo, una sustancia que ha causado miles de muertes en Estados Unidos, lo que agrava aún más las acusaciones contra el líder venezolano.
La recompensa, que duplica la ofrecida anteriormente (de 25 a 50 millones de dólares), convierte a Maduro en el líder político más buscado de América Latina, y plantea interrogantes sobre el uso de mecanismos judiciales como herramientas de presión diplomática.
Hasta el momento, el Ministerio de Información de Venezuela no ha emitido una respuesta oficial al anuncio.
«Maduro no escapará de la justicia y rendirá cuentas por sus atroces crímenes», concluye en su mensaje la fiscal general.