Hondumedios

Daños dejan lluvias en una vulnerable y desatendida Capital

Varios sectores de la capital se vieron afectados por las fuertes lluvias de anoche, entre las emergencias reportadas está el desbordamiento de quebradas, inundaciones, caídas de árboles y obstáculos en vías públicas.

Las colonias más afectadas son: 21 de Febrero, Las Vegas del Country, Víctor F Ardón, Alameda, Mary Flores, Barrio el Centro, La Cañada, Fuerzas Unidas, mercados capitalinos, entre otras; lo que confirma que el actual alcalde no ha tomado verdaderas medidas de prevención y únicamente sostiene una campaña millonaria de publicidad por trabajo realizado en el barrio “Los Jucos”

Estas comunidades, muchas de ellas históricamente marginadas, sufren año tras año las consecuencias de una infraestructura deficiente, sistemas de drenaje colapsados y falta de planificación urbana.

Las imágenes de calles convertidas en ríos y familias evacuadas no son nuevas, pero sí cada vez más frecuentes.

Las intensas lluvias que azotaron Tegucigalpa la noche del miércoles dejaron al descubierto, una vez más, la cruda realidad de una capital vulnerable, desatendida y expuesta a los embates del clima.

Lo que debería ser una ciudad resiliente y preparada, se convirtió en un escenario de caos: quebradas desbordadas, calles inundadas, árboles caídos y vías bloqueadas fueron solo algunas de las emergencias reportadas.

Lo más alarmante no son las lluvias, sino la ausencia de medidas concretas por parte de la Alcaldía del Distrito Central. Mientras los vecinos luchan por salvar sus pertenencias, el alcalde mantiene una campaña publicitaria millonaria destacando obras en el barrio “Los Jucos”, como si eso bastara para maquillar el abandono generalizado.

La falta de inversión en drenajes pluviales, mantenimiento de quebradas y reforestación urbana es evidente.

Las cuadrillas municipales reaccionan tarde, y la población queda expuesta a riesgos que podrían evitarse con una gestión seria y comprometida.

La capital no necesita más vallas ni discursos triunfalistas. Necesita acciones reales, presupuestos transparentes y una planificación que priorice la vida y seguridad de sus habitantes. Las lluvias seguirán, pero el desastre no tiene por qué ser inevitable.

Tegucigalpa merece más que promesas. Merece una administración que escuche, actúe y proteja. 

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