El Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga cuestionó las maniobras y triquiñuelas políticas en el proceso electoral y llamó a los hondureños a votar con conciencia en los comicios del próximo 30 de noviembre.

El líder religioso cuestionó duramente las “maniobras sucias” y las “triquiñuelas políticas” que, según él, han contaminado el ambiente electoral del país.
Durante su mensaje dominical, el Cardenal Rodríguez recordó que el Concilio Vaticano II considera la política como una actividad noble, destinada a servir al bien común.
Sin embargo, advirtió que cuando se convierte en un instrumento de corrupción y manipulación, “se transforma en la moneda que hay que plantar en el mar”, en alusión a la necesidad de erradicar prácticas que corrompen el alma y la sociedad.
“Se aproxima una fecha muy importante para el futuro de Honduras. Ojalá que cada uno, delante de su conciencia y de Dios, pueda decir: he hecho lo que tenía que hacer”, expresó el prelado.
En los comicios del 30 de noviembre, más de 6.5 millones de hondureños están llamados a elegir: Un nuevo presidente de la República, Tres designados presidenciales (vicepresidentes), 298 alcaldías municipales, 128 diputados al Congreso Nacional y 20 diputados al Parlamento Centroamericano.
Cinco partidos políticos participarán en la contienda, aunque los sondeos indican que solo tres tienen posibilidades reales de alcanzar la presidencia: Libertad y Refundación (Libre), el Partido Nacional y el Partido Liberal.
El Cardenal también exhortó a los fieles a vivir con humildad y sin pretensiones, siguiendo el ejemplo de Jesús. “Somos servidores del Reino, y no debemos esperar agradecimientos ni recompensas humanas”, dijo, lamentando el clima de indiferencia y desilusión que atraviesa la sociedad hondureña.
“Qué triste es, después de tener proyectos e ilusiones, sentirnos decepcionados, cuando muchos sienten que su fe se desvanece o se bloquea”, concluyó.
El mensaje de la Iglesia Católica llega en un momento de creciente desconfianza hacia las instituciones políticas.
En este contexto, el llamado del Cardenal Rodríguez resuena como una invitación a la reflexión, la honestidad y el compromiso ciudadano. Votar con conciencia no solo es un deber democrático, sino también un acto de fe y esperanza en el futuro de Honduras.