Daniel Fortín, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa, advirtió el grave perjuicio que le causan las invasiones a inversiones extranjeras ubicadas en la zona atlántica, que ahuyentarán a capitales nacionales e internacionales de este poco atractivo país.
Según Fortín, estas acciones no solo afectan la imagen del país, sino que también desincentivan la llegada de capitales tanto nacionales como internacionales, en un contexto ya marcado por la inestabilidad política y jurídica.
Fortín señaló que Honduras se encuentra rezagada en comparación con otros países de Centroamérica en cuanto a atracción de inversiones.
Afirmó que las invasiones a terrenos y proyectos de empresas extranjeras representan un grave perjuicio para el desarrollo económico, y que este tipo de incidentes refuerzan la percepción de que Honduras es un país poco atractivo para invertir.
“Las invasiones a inversiones extranjeras en la zona atlántica ahuyentarán a capitales nacionales e internacionales de este poco atractivo país”, expresó Fortín.
Además de las invasiones, Fortín ha mencionado en otras ocasiones que el país enfrenta una serie de obstáculos que afectan el clima de negocios como ser el alto burocracia y trámites complicados para obtener permisos, inseguridad jurídica y cambios constantes en las reglas del juego, polarización política, que genera confrontación y desconfianza.
Derogación de leyes como la de Empleo por Hora, que provocó la pérdida de más de 42 mil empleos temporales.
Fortín instó a las autoridades a tomar medidas urgentes para proteger las inversiones y garantizar el respeto a la propiedad privada. También recomendó promover un pacto de no agresión entre los hondureños y reducir la confrontación política, como pasos necesarios para recuperar la confianza de los inversionistas.
“Producir en el país es más costoso, y si a eso se le suma la inseguridad jurídica y las invasiones, el resultado es un país que repele la inversión”, advirtió.
La Cámara de Comercio teme que si no se toman acciones concretas, Honduras podría enfrentar una fuga de capitales, pérdida de empleos y menor competitividad regional. Las inversiones extranjeras, especialmente en sectores como turismo, agroindustria y energía, podrían redirigirse hacia países con mayor estabilidad y garantías legales.


