Una nueva tragedia enluta a Honduras. La mañana de este lunes, al menos cuatro personas fueron asesinadas a balazos dentro de un gimnasio en el municipio de Morazán, departamento de Yoro, en un hecho violento que ha sido atribuido preliminarmente a un posible ajuste de cuentas entre estructuras criminales.
Según testigos, el ataque ocurrió alrededor de las 7:40 a.m., cuando entre cuatro y cinco individuos fuertemente armados, vestidos con uniformes militares, chalecos antibalas y encapuchados, ingresaron al gimnasio. Saludaron con un “buenos días” y se identificaron como policías, preguntando quiénes portaban armas.
Luego, ordenaron al resto de los presentes que se hicieran a un lado. Acto seguido, los atacantes abrieron fuego directamente contra cuatro personas, quienes murieron en el lugar producto de múltiples impactos de bala.
Las víctimas fueron identificadas como: Óscar Roberto Melara Botho, alias “El Pollo”, de 28 años, Néstor Lenin Lara Claro, de 29 años, Carlos Noé Lezama Jiménez, de 42 años y José Antonio Quijada, de 20 años.
De acuerdo con informes preliminares, Melara Botho se encontraba ejercitándose, mientras que los otros tres hombres serían parte de su equipo de seguridad personal.
Solo una de las víctimas vestía ropa deportiva, lo que refuerza la hipótesis de que el ataque fue dirigido y planificado.
Agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y de la Fiscalía se desplazaron al lugar para realizar el levantamiento de los cuerpos e iniciar las investigaciones. Las autoridades no descartan la participación de estructuras criminales organizadas que operan en la zona.
Este hecho se suma a una preocupante estadística: Honduras registra ya 27 masacres en lo que va del año, reflejando la persistente crisis de violencia que afecta al país


