La escala básica de la Policía Nacional de Honduras informó que, a partir del próximo lunes 29 de diciembre, se declarará en brazos caídos a nivel nacional, en protesta por incumplimientos salariales y carencias en condiciones de trabajo.
En un comunicado emitido en las últimas horas, los agentes señalaron que, tras ejercer el derecho a petición contemplado en el artículo 80 de la Constitución de la República, y al no obtener respuesta de las autoridades, procederán a la abstención de labores “permanentemente hasta que se refleje el aumento aprobado, el pago del bono alimenticio perteneciente a noviembre y diciembre, el bono electoral y el bono navideño”.
Reclamos salariales y bonos pendientes
Los policías de la escala básica —que representan el primer nivel jerárquico dentro de la institución y sumaban alrededor de 24,000 efectivos en octubre— reclaman: La efectividad del aumento salarial previamente aprobado, el pago del bono alimenticio correspondiente a noviembre y diciembre, el desembolso del bono electoral y el bono navideño, la cancelación de mensualidades atrasadas a diversas promociones policiales.
Los agentes califican la situación como insostenible, advirtiendo que afecta directamente la estabilidad económica de cientos de familias.
Falta de equipo y condiciones de trabajo
Otro de los puntos centrales del reclamo es la carencia de uniformes y equipo policial, lo que —según denuncian— limita el desempeño de sus funciones y pone en riesgo tanto la integridad de los agentes como la seguridad de la población.
“La ausencia de condiciones mínimas de trabajo limita nuestra capacidad de respuesta y vulnera nuestro derecho a laborar con dignidad”, señala el documento.
La escala básica pidió la intervención del Ministerio Público y de las máximas autoridades de la Policía Nacional, incluyendo el Despacho de Seguridad, el Despacho Estratégico y el Directorio Estratégico.
“Solicitamos la intervención por parte del Ministerio Público a toda la Policía Nacional en todos sus niveles”, subraya el comunicado.
El anuncio genera preocupación por el impacto que podría tener en la seguridad ciudadana, especialmente en una época marcada por celebraciones de fin de año y un incremento en la movilidad de personas.
El comunicado advierte que los agentes no se hacen responsables de la “decadencia de la seguridad nacional” que pueda derivarse de la paralización.
Hasta el momento, ni la Secretaría de Seguridad ni la jefatura de la Policía Nacional se han pronunciado oficialmente sobre el anuncio, lo que incrementa la incertidumbre sobre un posible diálogo inmediato que evite la materialización del paro y sus consecuencias para el orden público.


