Desde 2022, alrededor de 35 defensores del ambiente han sido asesinados violentamente en Honduras, según el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh).
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Estos asesinatos reflejan el alto riesgo que enfrentan los defensores en el país, especialmente en los departamentos de Colón, Atlántida y Yoro, donde se registró el 79% de las muertes.
El Conadeh ha destacado que la labor de estos defensores es crucial para la protección de los ecosistemas y los territorios, pero también los expone a graves peligros. La criminalización y la violencia contra ellos han aumentado significativamente, afectando no solo a los defensores, sino también a sus familias.
Entre los casos más recientes y alarmantes está el asesinato del ambientalista Juan Silva y su hijo Juan Antonio, quienes fueron brutalmente asesinados en el centro del país.
Este caso ha sido especialmente impactante debido a la crueldad con la que se cometió el crimen.
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El Conadeh ha instado a las autoridades hondureñas a tomar medidas urgentes para proteger a los defensores y garantizar su seguridad. Además, ha pedido investigaciones independientes y exhaustivas para evitar que estos crímenes queden impunes.
La situación en Honduras sigue siendo crítica para los defensores del medio ambiente, quienes enfrentan amenazas constantes debido a conflictos socioambientales y la superposición de intereses empresariales sobre los derechos de las comunidades vulnerables.