El alcalde de Piraera, Lempira, Deydin Armando Mendoza, denunció públicamente un atentado en su contra ocurrido el pasado fin de semana, señalando que la Policía Nacional se negó a capturar a los responsables, a pesar de haber sido identificados por él mismo y por miembros de su comunidad.

El hecho se registró mientras el edil realizaba actividades de proselitismo político en una comunidad del municipio.
Según su testimonio, un individuo se le acercó y le apuntó con un arma de fuego, pero no logró disparar gracias a la intervención de ciudadanos que se interpusieron entre él y el atacante.
Mendoza aseguró que alrededor de 150 personas actuaron como escudo humano, lo que le permitió salir con vida del lugar.
El alcalde denunció el atentado al Sistema Nacional de Emergencias 911, pero solo dos agentes policiales llegaron al sitio cuatro horas después del incidente.
A pesar de que los presuntos responsables fueron señalados por la comunidad, la Policía no procedió con su captura, lo que ha generado indignación entre los pobladores y el propio edil.
Detención sin consecuencias
Una persona fue detenida brevemente como parte de la investigación, pero fue liberada por falta de pruebas, según informó la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
Mendoza cuestionó esta decisión y expresó que “todo mundo conoce quiénes son”, en referencia a los atacantes, lamentando la falta de acción por parte de las autoridades.
El alcalde considera que el atentado tiene trasfondo político, y advirtió que si no se le garantiza seguridad, podría renunciar a su cargo. Este hecho se suma a una creciente ola de violencia política en el país, especialmente en zonas rurales donde la polarización y la falta de presencia estatal agravan los riesgos para líderes locales.
Este caso ha encendido las alarmas sobre la vulnerabilidad de los funcionarios públicos en contextos de alta tensión política. Mendoza ha solicitado protección al Estado y exige que se investigue a fondo el atentado para evitar que la impunidad se imponga.