En un giro inesperado dentro del proceso electoral hondureño, el candidato presidencial Mario “Chano” Rivera propuso este martes que la oposición unifique esfuerzos en torno a una sola figura: Gabriela Castellanos.
En un giro inesperado dentro del proceso electoral hondureño, el candidato presidencial Mario “Chano” Rivera propuso este martes que la oposición unifique esfuerzos en torno a una sola figura: Gabriela Castellanos.
“Libre puede ganar. Por eso digo: un solo candidato, eso es lo central”, afirmó durante un acto organizado por el Consejo Nacional Anticorrupción.
Rivera exhortó a Salvador Nasralla, Nasry Asfura, Nelson Ávila y él mismo a renunciar a sus candidaturas, con el fin de respaldar a quien según sus palabras posee la credibilidad moral y el respaldo ciudadano para liderar una verdadera transición. “Yo sí me bajo, si eso salva a Honduras”, sentenció.
Con el tono sobrio que exige la figura presidencial, Rivera reconoció la capacidad política del expresidente Manuel Zelaya, a quien describió como “un gran estratega”, y aseguró que “anoche jugó enchute político con Salvador Nasralla y Nasry ‘Tito’ Asfura”, en alusión a los recientes movimientos y reuniones que podrían debilitar la posibilidad de un frente común.
A partir de ello, advirtió sobre el riesgo de repetir errores históricos: “Vean Nicaragua: la oposición nunca se puso de acuerdo, y por la vía democrática, Daniel Ortega ganó… y se quedó”. Para Chano Rivera, la falta de unidad no solo favorece al oficialismo, sino que pone en juego la democracia misma.
Durante su intervención, el candidato de la Democracia Cristiana también reafirmó su compromiso con la lucha anticorrupción, reiterando su respaldo a la creación de una CiCIH Catracha liderada por Castellanos. “Firme con rabia, con fe y con determinación”, declaró, tras firmar el documento propuesto por el CNA.
Rivera cerró su mensaje con una advertencia directa: “Honduras no necesita un presidente que cierre los ojos. Necesita uno que tenga el carácter para enfrentar a los corruptos cara a cara”.
Su propuesta marca un punto de inflexión en el debate electoral y lanza un desafío claro al resto de los aspirantes: unidad o continuidad.
