A pesar de que el gobierno de la presidenta Xiomara Castro ha promovido un discurso de austeridad, su administración ha gastado 743 millones de lempiras más que la gestión del expresidente Juan Orlando Hernández, solo en la compra de camionetas de lujo y vehículos tipo pick-up.

Según datos oficiales de la Dirección Nacional de Bienes del Estado (DNBE), el gobierno de Castro ha adquirido una flota de vehículos de alta gama, incluyendo Toyota Land Cruiser, Jeep Grand Cherokee y Chevrolet Tahoe. Estas adquisiciones han generado críticas, ya que contrastan con el mensaje de reducción del gasto público que la mandataria ha promovido desde el inicio de su gestión.
Según una investigación de ICN Investiga, señala que el gasto en vehículos de lujo bajo el gobierno de Castro supera en 743 millones de lempiras al de la administración de Hernández.
Esto ha generado cuestionamientos sobre la coherencia entre el discurso oficial y las acciones gubernamentales.
Diversos sectores han expresado su preocupación por el uso de recursos públicos en la compra de estos vehículos. Analistas políticos y economistas han señalado que, en un contexto de crisis económica, el gobierno debería priorizar inversiones en salud, educación y seguridad, en lugar de destinar fondos a la adquisición de camionetas de lujo.

Por otro lado, defensores del gobierno argumentan que estos vehículos son necesarios para el desplazamiento de funcionarios en zonas rurales y de difícil acceso, justificando así la inversión.
La revelación de este gasto millonario en vehículos de lujo pone en entredicho el compromiso del gobierno de Xiomara Castro con la austeridad. Mientras la administración defiende la necesidad de estas adquisiciones, la opinión pública sigue cuestionando si realmente se están priorizando las necesidades más urgentes del país.