La plataforma Defensores de Honduras, conformada por representantes de diversos sectores sociales, denunció públicamente el uso político de la justicia y el deterioro acelerado de la institucionalidad democrática en el país.

En un comunicado difundido este lunes, los defensores señalaron que Honduras vive bajo un régimen de justicia selectiva, donde se protege a aliados del gobierno y se persigue a opositores, periodistas, activistas y militares retirados, todo bajo el amparo de un sistema judicial politizado.
Los Defensores de Honduras citaron varios casos recientes que ilustran esta situación: Carlos Zelaya Rosales: A pesar de las pruebas de vínculos con el crimen organizado, no ha sido investigado.
Sobreseimientos Exprés: Funcionarios de gobierno implicados en actos de corrupción han sido exonerados rápidamente. Acoso Judicial a Periodistas: Comunicadores críticos enfrentan persecución y campañas de desprestigio.
Persecución a Militares Retirados: Aquellos que han defendido el orden constitucional son perseguidos y sus bienes congelados.
Caso del “Checazo” en SEDESOL: Los responsables no han enfrentado repercusiones legales.
Impunidad del Jefe del Estado Mayor Conjunto: A pesar de múltiples denuncias, no ha habido consecuencias.
Ataques al Proceso Electoral
La organización también denunció los recientes ataques al proceso electoral: Entre los que mencionaron la presión política contra el CNE: El Consejo Nacional Electoral ha sido objeto de presiones para condicionar sus decisiones.
Sabotaje al Sistema TREP: La interrupción del sistema de Transmisión de Resultados Preliminares pone en riesgo la transparencia de los comicios.
Acoso a Consejeras del CNE: Cossette López y Ana Paola Hall han sido blanco de campañas de desprestigio por oponerse a decisiones ilegales.
Llamado a la Acción
Ante esta situación, Defensores de Honduras hace un llamado urgente a todos los sectores del país a organizarse, unirse y exigir: Justicia imparcial y despolitizada; Reformas al Ministerio Público y al Poder Judicial; Independencia y transparencia electoral.
Presión nacional e internacional para detener el autoritarismo.
“Si no se corrige el rumbo, Honduras corre el riesgo de hundirse aún más en la impunidad, la corrupción y la represión”, concluyeron.
Defensores de Honduras llamó a la ciudadanía a no guardar silencio. “El mayor peligro no es la injusticia, sino que nos acostumbremos a ella”, enfatizaron.
En toda democracia verdadera, la justicia debe ser imparcial, proteger al débil y limitar al poderoso. Sin embargo, en Honduras, el sistema judicial ha sido secuestrado por intereses políticos, convirtiéndose en un instrumento al servicio del poder y no del pueblo.
La justicia selectiva se ha vuelto práctica común: se persigue a la oposición, se premia la lealtad política, se ignoran delitos evidentes de aliados del gobierno, y se criminaliza a quienes alzan la voz, agregaron.
La denuncia de Defensores de Honduras subraya la necesidad urgente de reformas estructurales para restaurar la confianza en las instituciones democráticas y garantizar un proceso electoral justo y transparente.
La ciudadanía debe mantenerse vigilante y activa en la defensa de sus derechos y la democracia.