La capital vive momentos de angustia y devastación tras las intensas lluvias que azotaron el Distrito Central la noche del jueves, producto de la influencia de una vaguada. El panorama es desolador: viviendas colapsadas, vehículos arrastrados por corrientes violentas y familias que lo han perdido todo.

Desde tempranas horas del viernes, miles de hondureños amanecieron con el corazón destrozado. Algunos permanecen en refugios improvisados, otros enfrentan la incertidumbre de vivir en zonas vulnerables, mientras las autoridades advierten sobre nuevos trabajos de emergencia en los sectores más afectados.
Comayagüela, epicentro del desastre
Las mayores saturaciones de suelo y crecidas de ríos se registraron en Comayagüela, donde decenas de barrios y colonias fueron severamente golpeados. Entre los eventos más críticos se reportan deslizamientos de tierra, colapsos de muros, inundaciones y derrumbes.
Una de las tragedias más dolorosas fue la muerte de una mujer en la colonia Ramón Amaya Amador, uno de los sectores más afectados por el temporal.
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Zonas más afectadas
Las colonias que sufrieron mayores daños incluyen: Ramón Amaya Amador, Altos de la Sosa, La Mololoa, Kennedy, El Reparto, Río Abajo, Smith, Guillén, colonia Primero de Diciembre.
En Río Abajo, al menos 15 vehículos fueron arrastrados por la corriente tras el desbordamiento de una quebrada en la salida hacia Olancho. En El Reparto, los vecinos evacuaron sus viviendas por deslizamientos provocados por la saturación del suelo.
El alcalde Jorge Aldana visitó la zona y prometió medidas de emergencia. “El día de ayer la lluvia superó el pronóstico, el cambio climático y la emergencia es una realidad, vamos a trabajar en las zonas afectadas”, declaró el edil.
Río Chiquito y nuevos daños
A las 6:00 a.m. del viernes, se reportó el aumento del caudal del río Chiquito, elevando el riesgo de nuevas inundaciones. En la colonia Smith, se registraron nuevos daños en viviendas y calles, mientras que en Guillén, redes sociales difundieron el derrumbe de una casa, evidenciando la vulnerabilidad del sector.