En las últimas horas el exdirector de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), José Alfredo Ponce, expresó su preocupación sobre la efectividad y operatividad del Sistema Nacional de Emergencia 911, señalando defectuosos fallos en su funcionamiento.
Ponce resaltó que es complicado evaluar el desempeño del 911 debido a una serie de problemas operativos y legales que han afectado su implementación.
Uno de los principales puntos que critico el exdirector de la DPI es la ineficacia de las cámaras de Videoprotección, en el tema de la detección y prevención de crímenes que ocurren en espacios públicos.
Ponce aseguró que muchos delitos se perpetran en áreas donde se supone que estas cámaras deberían estar trabajando de manera operativa, lo que cuestiona su verdadero impacto en la seguridad ciudadana.
“Una alternativa que planteo en cuanto a las cámaras de seguridad, es la implementación de botones de pánico, una medida que considera más económica y potencialmente más efectiva para combatir robos, asaltos y otros actos delictivos en áreas de alta criminalidad” recomendó Ponce.
Señaló que esta estrategia ya se utiliza con éxito en otros países, especialmente en entornos como centros comerciales y parques.
Por otra parte, destacó un repunte en la criminalidad común en el país, especialmente en delitos como robos a viviendas, asaltos a farmacias y centros comerciales, así como en mercados locales.
Atribuyó este aumento a falencias en las estrategias de seguridad implementadas por la Policía Nacional, instando a un cambio en dichas estrategias para adaptarse a las nuevas modalidades delictivas empleadas por los criminales.
El exdirector de la DPI también advirtió sobre la posibilidad de un aumento en los robos a bancos, especialmente durante períodos como junio, cuando se realiza el pago del decimocuarto salario, y pidió a las autoridades de seguridad que tomen medidas preventivas para evitarlo.
Dijo que es importante que la población tome medidas de seguridad adicionales, como la instalación de cámaras de vigilancia privadas, especialmente en negocios y áreas residenciales de alto perfil.
Concluyó instando a la Policía Nacional a seguir mejorando y adaptando sus estrategias para hacer frente al aumento de la criminalidad en el país.
