Este jueves se confirmó el fallecimiento de Juan Ramón Matta Ballesteros, el primer hondureño extraditado a Estados Unidos, quien murió a los 80 años en una prisión de alta seguridad federal, tras permanecer privado de libertad durante casi 37 años.
La noticia fue confirmada por su familia y replicada por medios nacionales e internacionales, dada la relevancia histórica de su caso.
Matta Ballesteros fue condenado por delitos relacionados con el narcotráfico y señalado por su presunta vinculación con el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, aunque nunca fue juzgado directamente por ese crimen.
Su extradición en 1988 marcó un precedente en la cooperación judicial entre Honduras y Estados Unidos, generando repercusiones políticas y diplomáticas que aún resuenan.
Un caso que marcó la historia judicial de Honduras
Capturado en Tegucigalpa en un operativo de seguridad, Matta fue trasladado a territorio estadounidense en un proceso que desató protestas y controversias en Honduras. Su figura se convirtió en símbolo de la lucha contra el narcotráfico, pero también en un referente de los debates sobre soberanía, justicia y derechos humanos.
Durante su encarcelamiento, Matta Ballesteros permaneció en condiciones de máxima seguridad. En mayo de este año, su abogado Marlon Duarte advirtió sobre el deterioro de su salud. “Cuando lo vi, lo vi bastante mal.
Ha estado en una situación precaria en su celda, sin acceso oportuno a medicamentos ni atención médica adecuada. Es un milagro que aún esté con vida”, declaró en ese momento.
Intentos de liberación y rechazo judicial
En los últimos años, se realizaron gestiones para obtener su liberación por razones humanitarias. En mayo de 2025, un juez federal en California había emitido una orden de liberación inmediata, pero esta fue revocada por el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito en octubre, obligando a Matta a continuar cumpliendo su condena.
Su abogado expresó que la familia está “destrozada” y que aún no se han definido los trámites para la repatriación de sus restos. “Eso estaremos viendo en las próximas horas”, dijo Duarte a medios locales.
Legado y repatriación
La muerte de Matta Ballesteros pone fin a una etapa judicial que se extendió por casi cuatro décadas. Su caso sigue siendo objeto de análisis por juristas, historiadores y analistas políticos, quienes lo consideran un punto de inflexión en la relación bilateral entre Honduras y Estados Unidos en materia de extradición y lucha contra el crimen organizado.
Se espera que en los próximos días se inicien los trámites para la repatriación de sus restos a Honduras, donde su historia continúa generando debate y reflexión.


