Donald Trump regresa hoy, 20 de enero, a la Casa Blanca con una agenda de política exterior que refleja aspectos de su primer mandato.
Trump, ser enfrenta a importantes desafíos, particularmente en relación con los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo, en medio de su firme compromiso de evitar “nuevas guerras” durante su segundo período en el cargo.
Su agenda de política exterior incluye medidas que reflejan aspectos de su primer mandato, como una postura climática negacionista y una política exterior que mezcla aislacionismo e iniciativas imperialistas.
Trump se enfrenta a importantes desafíos en su segundo mandato, especialmente en relación con los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo.
A pesar de su firme compromiso de evitar “nuevas guerras”, su enfoque en estos conflictos ha generado expectativas y polémica a nivel global.
En Ucrania, Trump ha prometido resolver la guerra en menos de 24 horas tras asumir el cargo. Sin embargo, su enfoque podría implicar forzar a Kyiv y Moscú a un alto el fuego, posiblemente reconociendo las ganancias territoriales de Rusia.
Esto podría incluir la anexión de Crimea y otros territorios ocupados desde la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022.
En Oriente Próximo, Trump ha sido un firme defensor de Israel y Arabia Saudita en el pasado, y es probable que adopte una línea aún más dura con Irán.
Su administración anterior ya había movido la embajada de EE.UU. a Jerusalén y reconocido la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán. Además, Trump ha prometido traer paz a la región, aunque sus críticos argumentan que su enfoque podría aumentar la inestabilidad.
Estos desafíos reflejan la complejidad de la política exterior de Trump y su impacto en la seguridad global.
Este regreso ha generado expectativas y polémica a nivel global, con la promesa de marcar un antes y un después en la política
