Este lunes 15 de septiembre, en plena conmemoración de los 204 años de independencia de Honduras, la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE) ejecutó el traslado y custodia de dos ciudadanos hondureños requeridos en extradición por el gobierno de Estados Unidos.

Se trata de Erick Yohan López Miralda y Teodoro René Rodas Dubón, alias “El Bean”, acusados por el delito de conspiración para distribuir y poseer fentanilo, una de las sustancias más letales del narcotráfico moderno.
El operativo fue liderado por el comisionado de policía Rony Javier Escobar Urtecho, junto a un equipo especializado del Comando de Operaciones Especiales (COBRA). Los detenidos fueron trasladados desde la Penitenciaría Nacional de Támara hasta la Base Aérea Soto Cano, donde serán entregados a las autoridades estadounidenses.
Este procedimiento marca la sexta extradición del año 2025, y eleva a 64 el total de hondureños extraditados, de los cuales 62 han sido enviados a Estados Unidos y 2 a Costa Rica, reafirmando el compromiso del país en la lucha contra el crimen organizado transnacional.


Perfil de los extraditados
Erick Yohan López Miralda fue capturado el 10 de enero de 2025 en el municipio de Omoa, Cortés. La Corte del Distrito de Portland, Oregon, lo acusa de haber dirigido y distribuido pastillas de fentanilo hacia ese estado entre 2022 y 2023. Su extradición fue concedida por un juez hondureño el 12 de febrero de 2025, tras la evacuación de medios de prueba.
Teodoro Rodas Dubón, alias “El Bean”, fue detenido el 14 de enero de 2025 en San Pedro Sula, en la carretera hacia la aldea El Carmen. Su extradición fue autorizada el 17 de febrero, también por el Distrito de Oregon, por el mismo delito de conspiración para distribuir una mezcla que contiene fentanilo2.
La extradición de López Miralda y Rodas Dubón se enmarca en los esfuerzos de Honduras por colaborar con Estados Unidos en el combate al tráfico de sustancias ilícitas, especialmente el fentanilo, un opioide sintético que ha causado decenas de miles de muertes por sobredosis en territorio norteamericano.
Este tipo de acciones refuerzan la cooperación bilateral en materia de seguridad y justicia, y envían un mensaje claro sobre la voluntad del Estado hondureño de enfrentar el crimen organizado con firmeza.