La violencia sigue afectando gravemente a la niñez y juventud en Honduras. Según el informe más reciente de la Red Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden), entre el 1 de enero y el 31 de mayo de 2025, se han registrado 236 muertes violentas de menores y jóvenes en el país.

El monitoreo realizado por Coiproden revela que el 79 % de las víctimas (187) eran jóvenes de entre 18 y 30 años, mientras que 49 menores tenían entre 0 y 17 años.
Además, la mayoría de los fallecidos eran hombres (187 casos, 79 %), mientras que 49 eran mujeres (21 %).
A pesar de la gravedad de la situación, el informe destaca una reducción del 14 % en comparación con los primeros meses de 2024, cuando se registraron 274 muertes violentas. Sin embargo, la violencia sigue siendo una de las principales preocupaciones en el país.
Los departamentos con mayor incidencia de muertes violentas de menores y jóvenes son Cortés y Francisco Morazán, donde se encuentran San Pedro Sula y Tegucigalpa, dos de las zonas más conflictivas del país.
Causas de las muertes violentas
Los homicidios siguen siendo la principal causa de muerte violenta en este grupo etario. Sin embargo, los accidentes de tránsito también representan un alto porcentaje de fallecimientos.
Entre enero y mayo de 2025, 103 menores y jóvenes murieron en accidentes viales, de los cuales 78 eran hombres y 25 mujeres.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han instado a las autoridades a implementar estrategias de prevención y fortalecer la seguridad en las comunidades más afectadas.
La violencia contra menores y jóvenes sigue siendo un desafío urgente que requiere acciones concretas para garantizar su protección y bienestar.