La diputada, Erika Urtecho, cuestionó la construcción de una mega cárcel en la comunidad de Mocorón, Puerto Lempira, en el departamento de Gracias a Dios.

«Tenemos más de un año elevando la voz en contra de la construcción de cualquier cárcel en el departamento de Gracias a Dios, hubo un primer intento en las Islas del Cisne el cual ha fracasado tres veces», manifestó la parlamentaria.
La congresista expresó que les ha tomado por sorpresa la visita de la ministra de Defensa, Rixi Moncada, del jefe del Estado Mayor Conjunto, Roosevelt Hernández, y la Junta de Comandantes de las Fuerzas Armadas, quienes supervisaron el área donde se construirá el Centro de Reclusión en Puerto Lempira.
«No estamos en contra del reordenamiento del sistema carcelario, pero sí en que no se haga una cárcel de la magnitud de 20 mil presos en Gracias a Dios», arguyó la legisladora liberal.
Exigen proyectos de desarrollo
Además, manifestó su preocupada por el desalineamiento de las prioridades de desarrollo en Gracias a Dios, un departamento que carece de agua potable, energía eléctrica y una pobre infraestructura vial, y por ende la diputada consideró que las autoridades gubernamentales deberían mirar otro lugar para construir el centro penal.
Cabe señalar que la mayoría de la población de Gracias a Dios es indígena, por lo que Urtecho reiteró que no puede llevarse a cabo un proyecto carcelario para unos 20 mil reclusos.
«No estamos en contra de que se mejore las condiciones de la cárcel que tenemos, pero están hablando de un proyecto de 20 mil privados de libertad. Los diputados de otros departamentos están solicitando sacar los reclusorios de alto riesgo porque han afectado la sana convivencia en sus zonas», mencionó Urtecho.
A las máximas autoridades de Defensa y de las Fuerzas Armadas de Honduras se sumaron representantes de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) y del Instituto Nacional Penitenciario (INP), realizando el recorrido in-situ del área de construcción, garantizando cero impactos ambientales en la zona. El diseño de construcción se desarrolla cumpliendo todas las normas internacionales que incluyen la garantía de derechos humanos.
Según se indicó en la primera etapa, se construirán módulos para privados de libertad, áreas administrativas, áreas de mantenimiento, barracas de alojamiento para custodios penitenciarios, clínicas, áreas de recreación y plantas de tratamiento especializadas.