Más que el apoyo al candidato nacionalista, el mensaje del presidente norteamericano Donald Trump debe entenderse como que Honduras es de mucho interés geopolítico y será recuperada del chavismo que controla Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Más allá de ser visto como un respaldo al candidato del Partido Nacional, el pronunciamiento se entiende como una señal del interés geopolítico que Washington mantiene sobre Honduras, país considerado estratégico en la región centroamericana.
Analistas señalan que el mensaje debe leerse en el contexto de la influencia que el chavismo ejerce en países como Venezuela, Nicaragua y Cuba, y que la administración Trump busca contrarrestar en el hemisferio.
La referencia a Honduras como nación que será “recuperada” del chavismo refleja la intención de Estados Unidos de reafirmar su presencia política y económica en la región.
El anuncio ocurre en medio de la campaña electoral hondureña y a pocos días de los comicios generales de 2025, lo que añade un matiz internacional al debate interno.
Para algunos sectores, la declaración de Trump representa un espaldarazo a la oposición al chavismo en Honduras; para otros, es una muestra de cómo el país se encuentra en el centro de disputas geopolíticas que trascienden las fronteras nacionales.
El mensaje, aunque breve, ha tenido un fuerte impacto en la opinión pública y en los círculos políticos, reforzando la percepción de que Honduras es un punto clave en la estrategia de Estados Unidos frente a los gobiernos alineados con el chavismo en América Latina.
