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Migrante hondureño sentenciado por conspiración de tráfico de personas

Un ciudadano hondureño que residía ilegalmente en Estados Unidos, identificado como Enil Edil Mejía Zúñiga, conocido como “Chino”, fue sentenciado hoy en el Distrito Oeste de Texas por su papel de liderazgo en una vasta conspiración de tráfico de personas.

Mejía-Zúñiga, de 34 años y originario de Olancho, Honduras, recibió una condena de 10 años de prisión y tres años de libertad supervisada, además de una multa de $4,500.

La conspiración, que duró tres años, involucró a miles de migrantes de más de 11 países diferentes, incluyendo Afganistán, Yemen, Egipto, India, Pakistán y Colombia. Mejía-Zuniga admitió haber introducido ilegalmente entre 2,500 y 3,000 migrantes en Estados Unidos, cobrando entre $6,500 y $12,000 por cada migrante.

Las coacusadas Mónica Hernández-Palma y Allyson Elsires Álvarez-Zuniga, también implicadas en la red de tráfico, se declararon culpables y están a la espera de ser sentenciadas. Genyi Arguenta-Flores, otra coacusada, fue sentenciada a cinco años de prisión.

Un último coacusado permanece bajo custodia en México en espera de una solicitud de extradición.

Las autoridades estadounidenses han destacado la gravedad de las acciones de Mejía-Zuniga y sus cómplices, señalando que obtuvieron millones de dólares a costa de miles de personas a quienes introdujeron de forma ilegal en Estados Unidos. Matthew R. Galeotti, jefe de la División Criminal del Departamento de Justicia, afirmó que este caso representa el epítome de las organizaciones criminales despiadadas y sofisticadas que explotan las fronteras para obtener ganancias personales.

El fiscal federal Justin R. Simmons subrayó que las acciones de Mejía-Zuniga pusieron en riesgo la seguridad nacional, y Craig Larrabee, agente especial a cargo de Investigaciones de Seguridad Nacional, enfatizó que la sentencia envía un mensaje claro a quienes explotan el sistema migratorio con fines de lucro.

La condena de Mejía-Zuniga es un paso importante en la lucha contra el tráfico de personas, pero también subraya los desafíos continuos en la protección de las fronteras y la seguridad de los migrantes.

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