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Nasralla toma ventaja al reactivarse el conteo al reactivar el ingreso de actas al cómputo oficial, el candidato del partido de actas

El candidato Liberal, Salvador Nasralla, toma una ventaja de más de 13 mil votos sobre el candidato del Partido Nacional Nasry Asfura, a pesar de esto, ninguno puede declarar ganador hasta que se revise el total de las actas.

El reingreso de actas al cómputo oficial ha colocado nuevamente a Salvador Nasralla, en el centro de la atención política nacional. Con una ventaja superior a los 13 mil votos sobre el aspirante del Partido Nacional, Nasry Asfura, la contienda electoral entra en una fase decisiva marcada por la expectativa ciudadana y la necesidad de transparencia institucional.

La ventaja de Nasralla, aunque significativa, no puede interpretarse aún como un triunfo definitivo. El sistema electoral hondureño exige la revisión completa de todas las actas para garantizar que cada voto sea contabilizado y que el resultado refleje fielmente la voluntad popular.

En este sentido, cualquier proclamación anticipada sería irresponsable y podría alimentar tensiones en un país que históricamente ha enfrentado crisis de confianza en sus procesos electorales.

El hecho de que el conteo se haya reactivado tras un periodo de ralentización evidencia la fragilidad administrativa del sistema. La transparencia del proceso depende no solo de la rapidez con que se ingresen las actas, sino también de la certeza de que estas no han sido manipuladas ni alteradas.

La ventaja de Nasralla, respaldada por más de 13 mil votos, debe ser entendida como un indicador de tendencia, pero no como un resultado final.

En este momento, tanto Nasralla como Asfura tienen la responsabilidad de actuar con prudencia. Declararse ganador sin que el escrutinio haya concluido sería un error político y ético. La ciudadanía, que acudió masivamente a las urnas, merece respeto y garantías de que su decisión será reconocida sin interferencias ni presiones indebidas.

La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de este proceso. Honduras, que en elecciones anteriores ha sido cuestionada por irregularidades y conflictos postelectorales, tiene la oportunidad de demostrar madurez democrática. La transparencia y la calma en el conteo son esenciales para proyectar confianza hacia el exterior y evitar que el país sea percibido como un territorio de incertidumbre política.

La ventaja de Salvador Nasralla abre un nuevo capítulo en la contienda electoral, pero el desenlace aún está por escribirse. La verdadera victoria no será solo de un candidato, sino de la democracia hondureña si logra garantizar un proceso limpio, transparente y respetuoso de la voluntad popular.

 

 

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