La violencia vuelve a golpear a Honduras. En la aldea Las Vegas, municipio de Sulaco, Yoro, se registró una nueva masacre durante una fiesta comunitaria, donde hombres armados irrumpieron y abrieron fuego contra los presentes.
El ataque dejó un saldo de tres personas fallecidas y cuatro heridas, generando pánico entre los asistentes y consternación en la comunidad.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Emerson Pavón, Maricela, originaria de El Porvenir, Francisco Morazán, y Daniel Eduardo Ulloa, originario de San Antonio, Sulaco.
Los heridos fueron trasladados de emergencia a centros asistenciales de la zona, mientras las autoridades iniciaron operativos para dar con los responsables. Sin embargo, hasta el momento no se reportan capturas.
Este hecho se suma a la creciente ola de violencia que afecta al país, donde las masacres se han convertido en un fenómeno recurrente que refleja la crisis de seguridad y la vulnerabilidad de las comunidades frente al crimen organizado y la proliferación de armas de fuego.
Habitantes de Sulaco exigieron mayor presencia policial y acciones contundentes para frenar la violencia, señalando que la inseguridad ha alcanzado niveles alarmantes y amenaza la tranquilidad de las familias.
Esta masacre evidencian que la violencia múltiple sigue siendo uno de los principales desafíos para las autoridades hondureñas, que enfrentan el reto de garantizar justicia y seguridad en todo el territorio nacional.


