En un momento de alta tensión política e institucional, el Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal de Honduras (CCEPLH) emitió un contundente comunicado en el que reafirma su respaldo total, firme y estratégico al ingeniero Salvador Alejandro César Nasralla Salum, actual candidato presidencial del partido, y denuncia una presunta estrategia de desestabilización del proceso electoral por parte de sectores ligados al oficialismo.

El comunicado describe a Nasralla como “la única opción viable y coherente” para liderar el país, destacando su trayectoria ética, su valentía y su conexión con el pueblo hondureño. Para el Partido Liberal, su candidatura no solo representa una alternativa política, sino una esperanza concreta de transformación frente a décadas de corrupción, exclusión y retroceso democrático.
Crisis en el CNE: foco de preocupación
El pronunciamiento también aborda la crisis en el Consejo Nacional Electoral (CNE), señalando que esta no es un accidente, sino el resultado de una estrategia deliberada para entorpecer el proceso electoral. En particular, el Partido Liberal responsabiliza al representante del Partido Libre, Marlon Ochoa, por abandonar sus funciones constitucionales, calificando su conducta como un intento de sabotaje.
Asimismo, el partido respalda la postura de Nasralla respecto a la situación de la consejera Ana Paola Hall, quien ha puesto a disposición su cargo, pero aún no ha presentado una renuncia formal. El CCEPLH condena además las amenazas y el acoso que Hall y su familia han recibido, calificándolos como actos inaceptables en un sistema democrático.
Unidad liberal y advertencia interna
En un tono firme, el comunicado también desautoriza cualquier intento interno de dividir al liberalismo, advirtiendo que este no es momento para confrontaciones intestinas, sino para construir una nueva mayoría nacional. “El pueblo está con Salvador Nasralla, y las bases del partido ya han hablado con claridad”, afirma el texto.
Aunque el respaldo a Nasralla puede interpretarse como una apuesta por la renovación,
El Partido Liberal ha hecho una jugada audaz al cerrar filas con Salvador Nasralla en medio de una crisis institucional. Su mensaje es claro: habrá elecciones el 30 de noviembre, y el pueblo decidirá en libertad.
Sin embargo, el éxito de esta apuesta dependerá no solo del respaldo político, sino de la capacidad de garantizar un proceso electoral verdaderamente transparente, inclusivo y libre de interferencias.
