Indignación ha generado el proceso contra 14 humildes mujeres residentes en los bordos de San Pedro Sula, cuyas identidades fueron utilizadas para drenar las arcas del Instituto Hondureño de Seguridad Social al ser contratadas como médicos.

Familiares denunciaron que a las mujeres les ofrecieron un bono, por lo que entregaron su DNI, y unos días después les dieron 4,500 lempiras en efectivo, sin saber que a su nombre sacaban 35,000 lempiras mensuales.
Estas mujeres, cuyas identidades fueron utilizadas sin su consentimiento, se vieron envueltas en un escándalo de corrupción que involucra al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
Las autoridades descubrieron que las identidades de estas mujeres fueron falsificadas para contratarlas como médicos, permitiendo así el desvío de fondos del IHSS.
Este acto no solo afectó a las arcas del instituto, sino que también puso en una situación vulnerable a estas mujeres, quienes ahora enfrentan un proceso legal injusto.
La comunidad y diversas organizaciones de derechos humanos han alzado su voz en defensa de las acusadas, exigiendo una investigación exhaustiva que permita identificar a los verdaderos responsables de este fraude.
La indignación crece a medida que se revelan más detalles sobre cómo estas mujeres fueron utilizadas como chivos expiatorios en un esquema de corrupción que afecta a uno de los sectores más sensibles del país: la salud pública.
Este caso pone de manifiesto la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y transparencia en las instituciones públicas, así como de proteger a los ciudadanos más vulnerables de ser víctimas de actos de corrupción y abuso de poder.