
Esta decisión fue confirmada por el ministro de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Honduras (SERNA), Lucki Medina, quien aseguró en sus redes sociales que participaron 40 profesionales, para aprobar la licencia ambiental.
Medina agregó que, para conservar el valioso ecosistema de la zona, el proyecto contempla un Centro de Monitoreo Biológico.
La aprobación de la licencia ambiental es considerada como una primera fase que incluye detalles del diseño final de estudios biológicos, marino-costeros y ampliación de datos científicos.
Presidenta @XiomaraCastroZ: con participación de 40 profesionales certificados, aprobamos Licencia Ambiental “Cárcel de Máxima Seguridad en Islas del Cisne”
Para conservar valioso ecosistema, el proyecto contempla Centro de Monitoreo Biológico.
•Ciencia •Seguridad •Soberanía pic.twitter.com/OJGApNpmuV— Lucky (@LuckyMedinaHN) July 4, 2024
La segunda fase del proyecto se enfocará en la infraestructura, incluyendo una granja solar para generar energía sin afectar la vegetación local y plantas de tratamiento de aguas residuales.
Se prevé que unos 80 millones de dólares (2 mil millones de lempiras) se destinarán para las obras de infraestructura de la cárcel.
La instrucción ha sido precisa: que el penal esté listo lo más pronto posible para trasladar a “sus primeros huéspedes”, de quienes se ha dicho serán “hampones y personajes corruptos”.

Oposición
Lo anterior se da pese a la oposición de gremios profesionales vinculados con el ambiente. Los llamados y las advertencias sobre el posible daño ambiental que provocaría la construcción de una cárcel en la Islas del Cisne fueron ignorados por el gobierno, tras aprobar la licencia ambiental.
La Coalición Ambiental de Honduras aseguró que la construcción de la cárcel “amenaza con generar un ecocidio histórico, el mayor impacto ambiental nunca antes visto e irreversible para los recursos naturales y la biodiversidad”.
A su vez, la bióloga marina Gabriela Ochoa expresó que “la edificación de la cárcel y el traslado de los reos causarían la destrucción de los ecosistemas marinos y terrestres, afectando el hábitat de las especies en la zona”.
Además del impacto ambiental, otros sostienen que la edificación representará un gasto bastante alto para el Estado de Honduras.