Una coalición de abogados interpondrá una demanda contra el Estado de Honduras ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, siglas en inglés) en respuesta a la construcción de una cárcel en las Islas del Cisne, situadas a unos 250 kilómetros de tierra firme en el Caribe hondureño.

Así lo confirmó el abogado Fernando González, quien afirmó que la construcción de la cárcel en Islas del Cisne podría causar un daño significativo al ecosistema de la región, que alberga el segundo arrecife coralino más grande del mundo, después de Australia.
Impacto ambiental y viabilidad Legal
El profesional del derecho destacó la importancia del ecosistema marítimo, aéreo y terrestre del archipiélago de las Islas del Cisne, también identificadas como Isla Mayor e Isla Menor, y advirtió que la construcción de una cárcel en esta área protegida podría perjudicar gravemente el medio ambiente.
“Se está fundamentando la situación con biólogos marinos y terrestres, así como expertos en aves migratorias, quienes señalan el impacto directo y negativo que esta construcción (cárcel) tendría sobre el ecosistema del archipiélago hondureño”, afirmó González.
González además destacó que la iniciativa de la cárcel en Islas del Cisne viola el Tratado de Comayagua de 1859 y otros acuerdos internacionales de los que Honduras es signatario.

“Estamos obligados a intervenir ante la Unesco para proteger estos territorios”, añadió el abogado, quien enfatizó en la necesidad de agotar todas las instancias legales posibles.
Reacciones de las comunidades misquitas
La oposición al proyecto carcelario no se limita al ámbito legal, pues comunidades misquitas e indígenas se manifestaron hoy en Tegucigalpa para expresar su rechazo a la construcción de la cárcel.
Este lunes se realizó una marcha pacífica que llegó hasta Casa Presidencial, donde expresaron que el gobierno debería priorizar necesidades básicas como educación, salud e infraestructura en lugar de la construcción de centros penales.
“Debe recordar el gobierno que estos son patrimonios indígenas y que la Mosquitia necesita más escuelas, hospitales, trabajo, y no cárceles”, declaró Ruby Modesto Morales, representante de los pueblos indígenas.
El activista destacó la importancia de la biodiversidad marina de la Isla del Cisne, que alberga aves marinas, iguanas, tortugas y arrecifes coralinos, todos en riesgo por el proyecto de la construcción de la cárcel en dicha región.