El vicepresidente del Congreso Nacional, Hugo Noé Pino, admitió que espera que el gravamen paras las remesas no pase de la Cámara Alta, ya que estima que dejaría de ingresar aproximadamente 500 millones de dólares a Honduras, además que su impacto afectaría más allá de las familias hondureñas.

Además, la reducción en el flujo de remesas impactaría negativamente en las reservas internacionales del país, ya que Honduras necesita dólares para sus importaciones.
También podría influir en el tipo de cambio, acelerando el deslizamiento del lempira frente al dólar.
Expertos en economía han señalado que más del 80 % de las remesas recibidas por las familias hondureñas se destinan al consumo, por lo que una reducción en estos ingresos disminuiría el dinamismo de la economía nacional.
El expresidente del Colegio Hondureño de Economistas, Luis Guifarro, ha calificado la medida como una estrategia antimigratoria que afectaría severamente a países como Honduras, donde las remesas representan un pilar fundamental de estabilidad económica y social.
Perspectivas sobre la aprobación
Hugo Noé Pino ha expresado su esperanza de que el Senado estadounidense rechace la propuesta, recordando que en la primera administración de Trump se intentó imponer un impuesto del 2 %, el cual no fue aprobado.
Aunque los republicanos tienen mayoría en ambas cámaras, algunos congresistas podrían oponerse a la medida.
Si el impuesto es aprobado, Honduras enfrentaría una reducción significativa en su principal fuente de divisas, lo que podría aumentar la vulnerabilidad económica y social de millones de ciudadanos.
La incertidumbre sobre la aprobación de la medida ha generado preocupación entre la comunidad migrante y sus familias en el país.