La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) emitió un comunicado oficial en el que califica la reciente renuncia de Ana Paola Hall, consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), como una “señal de alarma” sobre la integridad del proceso electoral en Honduras, a menos de cinco meses de los comicios generales programados para el 30 de noviembre de 2025.

Hall, representante del Partido Liberal, presentó su renuncia el pasado 16 de julio, alegando haber sido víctima de presión política, ataques personales y amenazas contra su integridad y la de su familia.
Según WOLA, esta dimisión socava la confianza pública en el CNE y plantea serias dudas sobre la imparcialidad del ente electoral en un momento crítico para la democracia hondureña.
“La renuncia de Hall no puede verse como un incidente aislado, sino como el reflejo de un sistema presionado desde adentro y desde afuera”, advierte WOLA.
La exconsejera había denunciado reiteradamente la falta de rotación en la presidencia del CNE y presiones para manipular decisiones institucionales. La Fiscalía General de la República calificó las amenazas recibidas como “de una gravedad sin precedentes”.
WOLA instó al Ministerio Público a investigar a fondo las denuncias hechas por Hall y a garantizar justicia. Además, pidió a los consejeros restantes del CNE que se pronuncien de forma clara y contundente, reafirmando su compromiso con la neutralidad, la Constitución y el deber cívico, alejados de intereses partidarios.
La organización también hizo un llamado urgente a los organismos internacionales como la OEA, la Unión Europea y las Naciones Unidas, para que no solo supervisen el día de las elecciones, sino que vigilen todo el proceso interno del CNE, incluyendo la toma de decisiones, el acceso a los sistemas informáticos y la integridad del registro electoral.
“Honduras se encuentra en una encrucijada democrática crítica”, señala el comunicado. “La combinación de una autoridad electoral debilitada, una creciente violencia preelectoral y el uso excesivo de fuerza estatal podría erosionar la legitimidad del proceso y alejar a los votantes”.
WOLA concluye su pronunciamiento instando a las autoridades hondureñas y a la comunidad internacional a establecer salvaguardas sólidas que aseguren que las elecciones de noviembre se realicen de forma libre, transparente y pacífica, reflejando la verdadera voluntad del pueblo hondureño.