La presidenta del Partido Salvador de Honduras (PSH), Fátima Mena, lanzó duras críticas contra el Tribunal de Justicia Electoral (TJE), luego de que este declarara “sin lugar” los recursos de apelación presentados por su partido.

La resolución impide la inscripción de las nóminas de candidatos del PSH para las elecciones generales del 30 de noviembre, lo que Mena calificó como un “acuerdo político del tripartidismo” para excluir a su partido del proceso democrático.
Mena expresó su profunda decepción ante lo que considera una actuación parcializada del TJE: “Yo mantenía un poco de esperanza en que el Tribunal pudiera actuar con independencia y ser garante real de los derechos civiles y políticos de los hondureños. Lamentablemente, tengo que decir que el TJE nos ha decepcionado”.
Crítica: ¿Democracia o dictadura disfrazada?
La resolución del TJE no solo afecta al PSH, sino también a otros partidos emergentes como la Alianza Patriótica de Honduras (APH) y el Partido Naranja (Panah), lo que ha encendido las alarmas sobre una posible regresión democrática en el país.
Mena fue contundente al afirmar que “Honduras ya vive bajo una dictadura disfrazada”, en la que se pretende eliminar cualquier opción política que no se alinee con los intereses del tripartidismo tradicional.
El camino legal bloqueado
Ante el fallo del TJE, el PSH anunció que presentará un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ), aunque Mena anticipó un resultado adverso, dado que su partido no apoyó la elección de las actuales autoridades judiciales. “Nos iremos a instancias internacionales. Está claro que esto es un plan para eliminar la democracia multipartidaria en Honduras”, advirtió2.
La denuncia de Fátima Mena no debe tomarse a la ligera. Es un llamado urgente a revisar el papel de los órganos electorales, a fortalecer la independencia institucional y a garantizar que todos los hondureños tengan el derecho de participar en la construcción de su futuro político.