La Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), capítulo hondureño de Transparencia Internacional, alertó este martes que las pérdidas de energía eléctrica en la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) aumentó a 35.83 %, a pesar de los millonarios recursos asignados y el incremento en personal para ejecutar el Programa Nacional de Reducción de Pérdidas (PNRP).

Al asumir la presidencia en 2022, Xiomara Castro prometió enfrentar el histórico problema de pérdidas en la ENEE, que en ese momento se ubicaban en 33.36 %, el índice más alto de Centroamérica.
Ese mismo año se aprobó la Ley Especial de Energía, que dio origen al PNRP con la meta de reducir las pérdidas en 14 % en un plazo de cuatro años.
Sin embargo, tres años y medio después, los indicadores muestran un retroceso. A junio de 2025, las pérdidas alcanzaron 35.83 %, equivalentes a L 40,016.6 millones, y se proyecta que cierren el año en 34.40 %.
Entre 2022 y 2025, se destinaron L 25,987 millones al PNRP, incluyendo la contratación de 4,507 personas para labores de distribución y reducción de pérdidas. Actualmente, la ENEE cuenta con 5,790 empleados, lo que representa un aumento del 57 % respecto a 2022. Esta expansión ha generado preocupación por el alto riesgo de demandas laborales debido a la modalidad de contratación.
El informe de ASJ también revela que:
- La deuda total de la ENEE asciende a L 75,861.4 millones, un incremento del 15 % respecto a 2021.
- La deuda con generadores de energía supera los L 16,000 millones.
- La dependencia de transferencias estatales continúa, con una asignación acumulada de L 43,511 millones entre 2022 y 2025.
Ante el fracaso del PNRP, ASJ propone: Unificar el PNRP, la Unidad Técnica de Control de Distribución (UTCD) y el área de distribución bajo una sola estructura con metas claras y rendición de cuentas.
Invertir en tecnología avanzada como medidores AMI, sistemas de prepago y monitoreo en tiempo real, concentrar esfuerzos en zonas con mayores pérdidas y eliminar redes ilegales.
El informe concluye que más presupuesto y más personal no han significado menos pérdidas, y que se siguen repitiendo los errores de administraciones anteriores. La situación de la ENEE continúa siendo un grave desafío para las finanzas públicas y para la sostenibilidad del sistema eléctrico nacional.