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Roosevelt Hernández se declara político y humilla a oficiales en reunión castrense

Una investigación realizada El Heraldo Plus, revelo que Roosevelt Hernández jefe del Estado Mayor Conjunto, se declara político y humilla a oficiales en reunión castrense. Esta vez, Hernández encaró directamente al coronel e inspector general del ejército a quién acusó de infidente y lo amenazó con darle de baja deshonrosa. El jefe del Estado Mayor Conjunto, Roosevelt Hernández, ha reiterado en varias reuniones su discurso político, generando tensión y malestar en las filas militares.

El Heraldo Plus: “Les guste o no, las Fuerzas Armadas son políticas y yo soy político”, les dijo Roosevelt Hernández, jefe del Estado Mayor Conjunto, al segundo grupo de oficiales que reunió este martes en la Fuerza Aérea Hondureña (FAH), relató una fuente militar presente en la cita.

El oficial, con un comportamiento más cercano al de un dirigente partidario que al de un jefe militar, repitió el mismo discurso político pronunciado una semana antes —el martes 21 de octubre—, donde acusó a cinco militares de filtrar información a EL HERALDO y a Cossette López, expresidenta de Consejo Nacional Electoral (CNE).

Lo diferente de esta vez es que encaró directamente al coronel e inspector general del ejército José Rodimiro Murillo Aguilar a quien acusó de infidente y responsable de pasar información.

En plena reunión, lo amenazó con darle de baja deshonrosa, además de carearlo con un mayor de nombre Enmanuel Díaz Martínez, describió la fuente.

Según el artículo de EL HERALDO, la reunión del 28 de octubre en las instalaciones de la Fuerza Aérea Hondureña —programada originalmente como un encuentro de información de comando— se transformó en un espacio de amenazas, insultos y exhibición pública de oficiales.

Acciones de Roosevelt Hernández generan más desconfianza al interior de las FF AA

Rossevelt Hernández, al iniciar con el saludo protocolario, continuó con un discurso que mezcló retórica política y ataques personales. Habló de “las diez familias millonarias de Honduras” y de “los periodistas que atacan a las Fuerzas Armadas”, y nuevamente mencionó a la abogada Cossette López.

En medio de lo que describieron como una “cacería de brujas”, el jefe militar expuso a dos oficiales de alto rango, a quienes acusó de haber filtrado un informe sobre las elecciones primarias. Según la fuente, incluso mostró supuestas pruebas para humillarlos públicamente.

Durante la misma reunión, relevó del cargo al comandante del 14 Batallón de Infantería, coronel Arturo Saldaña Morgan, bajo el argumento de que se reunía con políticos y era primo del diputado Jorge Cálix.

Además, extraoficialmente se conoció que el jueves anterior Hernández había separado a tres coroneles, pero tras la publicación de diario El Heraldo el pasado viernes, se retractó de la medida.

El ambiente dentro de las Fuerzas Armadas, descrito por varios oficiales como impositivo, amenazante e intolerante, se ha vuelto cada vez más tenso. Las reuniones convocadas por el jefe del Estado Mayor Conjunto no permiten cuestionamientos ni intervenciones, lo que ha generado un clima de temor y silencio entre los subalternos, que evitan reaccionar por miedo a ser separados o sancionados.

En tanto, revelaron que en la misma reunión el coronel Othoniel Gross Castillo expuso sobre la llamada “guerra cognitiva”, una doctrina ideológica que —según fuentes militares— ha sido adoptada por el narcochavismo y que ahora forma parte del discurso de Hernández.

Hernández solo cuenta con el apoyo de algunos oficiales que actualmente ostentan puestos de comando, pero no con la mayoría de la oficialidad, que observa en silencio y está atenta a lo que el jefe militar pueda ordenar para enfilar sus propias acciones apegadas a la Constitución y la imagen de la institución castrense.

“Muchos oficiales ya están cansados de que Hernández los trate de mierdas, los humille, los intimide y quiera obligarlos a ir contra la legalidad solo porque tiene intereses políticos”, comentó una fuente militar.

Los subalternos ven a un jefe militar insolente, irrespetuoso, abusador de su cargo de jefe del Estado Mayor Conjunto, puesto que él deberá entregar en diciembre próximo.

A nivel de las Fuerzas Armadas, la obstinación del jerarca militar promueve la ruptura de las filas militares, y externamente fomenta una crisis política y una desestabilización social.

Uno de los últimos arranques del militar que van contra la Constitución de la República fue su solicitud al Consejo Nacional Electoral (CNE) de tener el próximo 30 de noviembre, copia de las actas de los resultados de la votación presidencial de las mesas electorales, petición que los diversos sectores sociales lo consideran como ilegal y un abuso más de Hernández.

 

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