El Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga aplaudió en su homilía dominical el anuncio de un gran diálogo en el país, y también criticó que en Honduras, al igual que en el mundo, espíritus inmundos siguen destruyendo.

Hondumedios. “En la actualidad, el poseído por un espíritu inmundo es la persona alienada, dividida, fragmentada de nuestra época. Muchos espíritus inmundos hay también hoy en nuestra tierra, en nuestra Honduras, muchos hombres y mujeres han perdido su libertad y viven esclavizados en miles de forma de esclavitud”, refirió el líder de la Iglesia Católica Católica en Honduras.
En su mensaje de la homilía dominical, el prelado enfatizó que “en nuestro país, poseído por el odio, la muerte, el asesinato, especialmente de las mujeres, el feminicidio, esos son los espíritus inmundos de nuestro tiempo”, los que dijo, muchas veces nos hacen perder de vista la dignidad humana.
“Grita la cultura dominante”, afirmó al sugerir que nos preguntemos, qué gritos escuchamos dentro y fuera y a qué gritos se le está dando respuestas. “¿Qué ideologías se quieren imponer con gritos hoy día? ¿Qué es lo que ejerce más presión sobre nosotros en Honduras hoy?”.
En ese sentido, Rodríguez Maradiaga destacó que el evangelio del día, donde Jesús expulsa un espíritu inmundo, no es algo del pasado, sino de hoy. “Hoy es actual y sigue teniendo vigencia este mundo poseído de espíritus inmundos: la guerra, las masacres, con qué facilidad dicen en la zona de Gaza hay 25 mil muertos; el mundo lo ve con indiferencia”, criticó.
Por eso, ante el anuncio de un gran diálogo, el cardenal externó su esperanza de que se realice, sin embargo apuntó que “el diálogo no es querer hacer prevalecer nuestra opinión, eso no es diálogo, diálogo es escucharnos todos buscar juntos que es lo mejor”.
El prelado expresó su esperanza de que en el marco del 277 hallazgo de la Virgen de Suyapa, «el pueblo deje de estar viendo solamente intereses personales o de grupo, que pensemos en toda nuestra Honduras, en la cual todos tenemos derecho a vivir dignamente y no tener que irse porque no hay oportunidad de trabajar, de vivir dignamente».
Pidió la intercepción de la patrona de Honduras para transformar los corazones egoístas, donde «nos preocupemos por el bien de todos y no por un grupito que quiere monopolizar un país».