El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez expresó su preocupación por la creciente violencia en el país, afirmando que “una gran mayoría de nuestra Honduras está cerrada por miedo”.

Durante la misa de Pentecostés en la Basílica Menor de Suyapa, Rodríguez lamentó el impacto de la inseguridad en la sociedad y la incertidumbre sobre el futuro.
Rodríguez señaló que el miedo en Honduras proviene de “tanta muerte, tanta violencia, tanta maldad”, lo que ha llevado a muchas personas a vivir con temor.
Además, criticó la corrupción en el país, mencionando el caso de una empresa que estafó a cientos de personas, y que el Estado pretende compensar con fondos públicos, mientras “no hay dinero para medicinas ni para pagar a médicos o maestros”.
El cardenal también abordó el clima político de cara a las elecciones generales del 30 de noviembre, cuestionando si serán “elecciones libres” y señalando la descalificación y el odio que han marcado el proceso.
En su mensaje a los candidatos presidenciales, les instó a “abrir sus corazones al Espíritu Santo” y evitar consejos de “países fracasados”, en referencia a modelos políticos que han generado crisis en otras naciones.
Llamado a la unidad y la transformación
Rodríguez comparó la situación actual de Honduras con la Torre de Babel, describiendo un ambiente de confusión, desinformación y falta de diálogo.
En su homilía, pidió a los hondureños transformar los corazones endurecidos por el odio y la ambición, y construir una paz basada en los valores del Evangelio.
El mensaje del cardenal ha resonado en la sociedad hondureña, generando debate sobre la seguridad, la corrupción y el futuro político del país.