El director de la Asociación por una Sociedad más Justa (ASJ), Carlos Hernández, reveló este miércoles que el general de división Ramiro Muñoz se encuentra en Estados Unidos luego de solicitar su baja de las Fuerzas Armadas de Honduras (FF. AA.).

La noticia ha generado inquietud por las circunstancias que rodean su retiro, considerado por diversos sectores como irregular y políticamente sensible.
Ramiro Muñoz fue jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INP) y tenía una trayectoria consolidada dentro de las Fuerzas Armadas.
Según Hernández, su retiro se dio a pocos años de culminar su carrera militar, lo que despierta dudas sobre presiones internas o desacuerdos con el alto mando.
Se le habría ofrecido el cargo de agregado militar en Nicaragua, propuesta que rechazó por no compartir la ideología del país vecino.
Aunque la versión oficial atribuye la baja a razones médicas, fuentes cercanas al estamento militar señalan que Muñoz enfrentó presiones del jefe del Estado Mayor Conjunto, Roosevelt Hernández, quien lo habría forzado a aceptar el traslado a Nicaragua. El rechazo a esa orden habría precipitado su retiro y posterior salida del país.
La sombra del 9 de marzo
Carlos Hernández recordó que las Fuerzas Armadas perdieron credibilidad tras el retraso en la entrega de material electoral durante los comicios primarios en Tegucigalpa. La salida de Muñoz se suma a una serie de eventos que han debilitado la imagen institucional de las FF. AA.
El director de ASJ instó a Muñoz a entregar cualquier información relevante que posea sobre el crimen organizado y el narcotráfico, especialmente por su experiencia al frente del sistema penitenciario.
“Si tiene datos valiosos, que los comparta por los canales adecuados. Eso beneficiaría a una población que ha sido víctima de estructuras criminales”, expresó.
La salida de Muñoz representa el segundo retiro abrupto de un alto funcionario de seguridad que termina en EE. UU., después del exministro Ramón Sabillón.
La falta de transparencia en los procesos de retiro militar y la aparente politización de cargos estratégicos debilitan la confianza ciudadana en las instituciones de defensa.
Si Muñoz posee información sensible, su silencio o exilio podría tener repercusiones en investigaciones clave sobre redes criminales y corrupción institucional.