Villanueva, Cortés, enfrenta una crisis laboral tras el anuncio del cierre definitivo de la empresa textil HBI, que trasladará sus operaciones a la República de El Salvador, alegando mejores condiciones y trato en el país vecino.

Esta decisión deja en incertidumbre a 2,317 trabajadores que perderán su fuente de ingreso, afectando directamente a miles de familias y al tejido económico de la región.
El cierre de HBI no solo representa una pérdida masiva de empleos, sino también evidencia las debilidades estructurales que enfrentan las industrias en Honduras: falta de incentivos, condiciones laborales poco competitivas y una política económica que no logra retener inversión extranjera.
Organizaciones sociales y líderes comunitarios han expresado su preocupación ante la falta de respuesta efectiva por parte del gobierno, exigiendo medidas urgentes para proteger el empleo, atraer nuevas inversiones y garantizar condiciones dignas para los trabajadores.
Este caso plantea una pregunta crítica: ¿qué está haciendo Honduras para evitar que más empresas sigan el mismo camino?