Los hondureños recordaron este sábado a sus familiares fallecidos llevando flores a los diferentes cementerios a nivel nacional, e incluso hicieron presencia con música de mariachis y en memoria de sus seres queridos ya fallecidos.

La afluencia de familiares y amigos de difuntos en los cementerios comenzó el viernes, cuando se conmemoró el “Día de todos los santos”, por los niños muertos.
La ocasión del ‘Día de muertos’ representa un buen ingreso económico para vendedores de flores, del campo y la ciudad, que las ofrecen en las afueras de los cementerios, puestos de venta en calles y bulevares, mercados populares, floristerías y supermercados.

También se benefician hombres, mujeres y niños, entre jardineros, pintores, albañiles, soldadores, entre otros, que se encargan de limpiar, reparar, pintar y decorar tumbas y mausoleos en los cementerios públicos.
Tradición
El Día de Difuntos, celebrado el 2 de noviembre, es una fecha de gran importancia en Honduras. Esta tradición, profundamente arraigada en la cultura hondureña, es un momento para honrar y recordar a los seres queridos que han fallecido.
En esta jornada, las familias hondureñas se reúnen para visitar los cementerios, donde limpian y decoran las tumbas con flores, especialmente con crisantemos, que son las flores tradicionales de esta celebración.
Además, es común ver altares adornados con fotografías, velas y ofrendas de comida y bebida que eran del gusto del difunto.

Las actividades del Día de Difuntos no solo se limitan a los cementerios. En muchos hogares, se preparan comidas especiales como tamales, panes y dulces típicos, que se comparten en familia en un ambiente de reflexión y respeto. También se realizan misas y rezos en honor a los difuntos, pidiendo por su descanso eterno.
Esta celebración es una mezcla de tradiciones indígenas y católicas, reflejando la rica herencia cultural de Honduras. Es un día para recordar con cariño a aquellos que ya no están, manteniendo viva su memoria a través de costumbres que han pasado de generación en generación.
Este año, la Policía Militar de Orden Público (PMOP), que tiene el control del Sistema Penitenciario hondureño, designó a decenas de privados de libertad para que en la víspera contribuyeran con la limpieza de cementerios en ciudades cercanas a cárceles de máxima seguridad.
En esa labor también participaron privadas de libertad de la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social, situada en Támara, donde limpiaron la maleza del cementerio de esa comunidad.