El Congreso Nacional de Honduras cerrara el 2025 bajo fuertes cuestionamientos por su desempeño y el uso de recursos públicos.
En tan solo 106 horas de sesiones parlamentarias, el Legislativo gastó más de 479 millones de lempiras, lo que implica un costo millonario por hora de trabajo, una cifra que refleja el desbalance entre gasto y productividad.
En los cuatro años de la actual legislatura, el Congreso ha representado un costo estimado de 6,000 millones de lempiras, pese a que las sesiones fueron escasas y se denunciaron compras con precios inflados. Este comportamiento ha convertido al actual parlamento en uno de los más criticados de la historia reciente, señalado por muchos como el peor bajo la presidencia de Luis Redondo.
Sueldos elevados y subvenciones cuestionadas
La gestión legislativa se ha caracterizado por sueldos elevados, subvenciones polémicas y una marcada falta de consensos entre bancadas, lo que debilitó aún más la credibilidad institucional.
El liderazgo de Redondo ha sido calificado como paupérrimo, al no lograr acuerdos sustanciales ni garantizar un funcionamiento regular del Congreso.
El director de Democracia y Transparencia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Juan Carlos Aguilar, señaló que el financiamiento al Congreso es “significativamente mayor que al de instituciones de control” y denunció la falta de transparencia en la utilización de fondos.
La incongruencia entre los recursos invertidos y los resultados obtenidos deja en evidencia un Congreso desconectado de las necesidades del país. Mientras se acumulan gastos millonarios, la producción legislativa ha sido mínima y marcada por conflictos internos, debilitando la confianza ciudadana en la institución.
Mirada hacia la nueva legislatura
El actual Congreso concluye el 27 de enero de 2026, y la expectativa recae en que los nuevos diputados logren revertir esta imagen de ineficiencia.
La ciudadanía demanda un parlamento que sesione con regularidad, que se ponga de acuerdo y que legisle en favor del país, dejando atrás la sombra de una legislatura que será recordada por su alto costo y baja productividad.


