Un niño de apenas 4 años murió tras recibir un disparo en el patio de su casa en la comunidad de Sabanetas, Marcala, La Paz, zona central de Honduras.
Según el relato de Elvis Domínguez Rodríguez, padre del menor, el trágico hecho ocurrió mientras él trabajaba.
“Me avisaron que mi hijo había sufrido un percance, corrí a casa y lo llevé a un centro médico”, narró Rodríguez afuera de la morgue capitalina en Tegucigalpa, donde esperaba la madrugada de este miércoles la entrega del cuerpo de su hijo.
Sin embargo, el menor no resistió y falleció.
La tragedia ha dejado a la familia devastada. Rodríguez recordó que “hace poco mataron a mi sobrino, hasta los ojos le sacaron” y teme que ambos hechos estén relacionados.
El padre de familia recordó que hace dos años perdió a un sobrino de forma muy violenta, por lo que “siento que las mismas enemistades pudieron ser responsables de la muerte de mi hijo”.
Entre lágrimas, expresó que “hay personas que nos tienen intimidados en la zona, es una banda, serían 18 los integrantes de la banda; a veces me dan ganas de emigrar al ver la situación”.
A su vez, recordó que recientemente interpuso la denuncia en contra de la banda por amenazas contra su familia.
Tenía un “presentimiento”
El hombre recordó entre lágrimas las palabras que antes de la tragedia le había dicho a su compañera de vida: “Vieja si un dado caso me mata, le recomiendo que me cuide a mi niño. Estamos como en guerra, no se puede dormir tranquilo, solo mi Padre sabe por qué pasó. Pensé regarles a mis dos hijos una linda vida”.
Este miércoles, la familia espera recibir los restos del niño para trasladarlos a Sabanetas, donde se realizarán el velatorio y la sepultura.
El caso se suma a las estadísticas de violencia que persisten en el país. Aunque la Secretaría de Seguridad reporta una disminución en los homicidios en lo que va de 2025, la inseguridad sigue afectando a numerosas familias hondureñas.
