El gobierno de Estados Unidos ha intensificado su presencia militar en el mar Caribe con el despliegue del USS Gerald R. Ford, el portaaviones más grande y avanzado de su flota, en medio de una escalada de tensiones con Venezuela.
La medida fue anunciada por el Pentágono, que justificó la acción como parte de una estrategia para combatir el narcotráfico y desmantelar organizaciones criminales transnacionales.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ordenó el envío del portaaviones y su grupo de ataque al área de responsabilidad del Comando Sur de Estados Unidos, en cumplimiento de la directiva presidencial de Donald Trump para enfrentar amenazas vinculadas al crimen organizado.
Según el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, el despliegue busca “reforzar la capacidad de Estados Unidos para detectar, monitorear y desmantelar actores y actividades ilícitas que comprometen la seguridad y la prosperidad del territorio estadounidense”.
El grupo de ataque incluye además buques de asalto anfibio, aviones de combate F-35B, drones MQ-9 y aviones de patrulla P-8, que operan desde una base en Puerto Rico.
En las últimas semanas, fuerzas estadounidenses han destruido al menos una decena de embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, cerca de las costas de Venezuela y Colombia, en operaciones que Washington califica como acciones contra el narcotráfico. Sin embargo, gobiernos como el de Nicolás Maduro han denunciado estas incursiones como ejecuciones extrajudiciales y actos de agresión.
El viernes (24/10/2025), Hegseth confirmó que el Ejército estadounidense hundió una lancha presuntamente operada por la banda criminal Tren de Aragua, en un ataque que dejó seis muertos, identificados por el Pentágono como “narcoterroristas”.
El gobierno venezolano ha denunciado que Estados Unidos está preparando operaciones encubiertas dentro de su territorio, y ha acusado a la CIA de intentar desestabilizar al país. El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, calificó el despliegue como una provocación militar y advirtió que Venezuela no permitirá agresiones extranjeras.
El despliegue del USS Gerald R. Ford en el Caribe marca un punto crítico en las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, en un contexto de creciente militarización y acusaciones cruzadas. Mientras Washington insiste en su lucha contra el narcotráfico, Caracas denuncia una amenaza directa a su soberanía.
