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¿Funcionaría el Plan Bukele sin un Bukele en Honduras?

En Honduras, miramos de con ojos de amor, envidia (de la buena) y de esperanza lo que ocurre en El Salvador, pero en aquí hemos esperado que los índices de violencia y criminalidad alcancen niveles preocupantes.

Por Juan Carlos Degrandez

El tema de los derechos humanos es el único argumento en contra, asunto que se vuelve controversial, pues a veces son solo herramientas para proteger a criminales, olvidando los derechos de la población, que ha sufrido de los abusos de estos criminales por años.

Realidad calcada en Honduras, donde en el pasado se criticó que se utilizara a nuestras gloriosas Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública, sin embargo, las cifras dieron la razón a tal decisión, en palabras cortas, nosotros tuvimos antes una estrategia “radical” contra los criminales, pero nos faltó inversión en tecnología para ejecutar operaciones de alto impacto, los programas masivos de prevención juvenil y el apoyo de todos los sectores bajo un solo objetivo, salvar la vida de los hondureños.

Honduras es 5.3 veces más grande que El Salvador, tenemos fronteras terrestres con 3 países, límites marítimos que amplían nuestras áreas de responsabilidad y una ubicación geográfica con un valor estratégico, incluso para las estructuras criminales internacionales.

Todo lo anterior, complica la aplicación de una estrategia que dé resultados en un corto plazo, hemos perdido 2 años y medio valiosos debatiendo si los militares deben estar en los cuarteles por temas ideológicos o derechos humanos, aplicar en este momento un “plan de control territorial” sin una planificación a mediano y corto plazo, sería solo buscar un efecto mediático para mejorar la imagen del gobierno, aunque como hondureño, prefiero que inicien tarde, a que nunca lo hagan.

Pasando a la parte presupuestaría, con nuestra extensión y áreas que cubrir, mantener una operación de este nivel, nos costaría miles de millones de lempiras, sería una operación de desgaste para las tropas y podríamos dejar la puerta abierta para que los políticos de turno aprovechen esto como una herramienta política si trae los resultados esperados o de señalamiento a las Fuerzas Armadas si no alcanzamos los niveles de El Salvador.

El presidente de México, Andrés López Obrador, criticó la estrategia de Bukele “No se trata solo de aplicar medidas coercitivas, la paz duradera se consigue con justicia”, y esa precisamente sería la deuda que quedaría acá, Justicia, pues al parecer bajo pactos de impunidad de todos los colores, los verdaderos responsables de la inseguridad, los delincuentes de saco y corbata, seguirán libres y saliendo de las cárceles cada vez que un juez tenga valor de enviarlos.

Atacar el origen de la criminalidad, no es solo ir a perseguir al delincuente, es encontrar a aquellos que han permitido la miseria como un estilo de vida, que no generan riquezas para otros y que incluso, no entienden el riesgo que vivimos en las calles día a día, pues desde sus vehículos blindados y multitudes de guardaespaldas, nada de esto les puede afectar.

Los hondureños nos hemos acostumbrado y acomodado a cavar agujeros en el suelo, olvidándonos que sol brilla a nuestras espaldas, debemos ser patriotas, hacer vivir de nuevo a nuestra patria, y hacerla volar alto, tenemos que atravesar esta marea, desde la ola más grande para poder respirar tranquilos, en un futuro cercano.

Ya no podemos ser esclavos del pasado, tenemos que ir decididos a cambiar nuestra historia, pero eso se hace con firmeza y decisión, sin dejar las puertas siempre abiertas y solo viendo a nuestro futuro, nuestro amor, es nuestra patria.

En lo personal, le digo a nuestras autoridades, hay un Dios real que puede transformar nuestro país, pongan todo en manos de Él, pero ustedes deben actuar de forma transparente, regresando al pueblo en resultados lo que se les ha entregado como tarea en sus cargos, ser funcionario es ser empleado de la patria, subalterno del pueblo y entender que los colores e ideologías solo nos han separado, vayan a la cacería de los criminales, creen oportunidades para todos y promuevan la libre empresa. Así es como realmente se hace patria, o al menos, es lo que yo haría, Nayib no vendrá a salvarnos.

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