Ante el incremento sostenido de enfermedades respiratorias en el país, el Gobierno de Honduras ha ordenado que los empleados públicos trabajen de forma remota los días jueves 24 y viernes 25 de julio.

La medida busca contener la propagación del COVID-19, el Virus Sincitial Respiratorio (VSR), la Influenza y el resfriado común, que actualmente afectan a diversos sectores de la población.
La disposición fue anunciada mediante un comunicado oficial emitido por la Secretaría de Estado en los Despachos de Gobernación, Justicia y Descentralización, en atención a las recomendaciones del Ministerio de Salud.
“Ante el acelerado y sostenido incremento de enfermedades respiratorias altamente contagiosas que afectan a toda la población […] se pone en riesgo la salud y la vida de los hondureños.
Lo que nos obliga, como país, a adoptar medidas que limiten el normal funcionamiento de nuestras actividades”, señala el comunicado.
La medida aplica a todas las dependencias del Gobierno Central, así como a instituciones descentralizadas, desconcentradas y aquellas bajo regímenes especiales, como el Banco Central de Honduras y la Comisión Nacional de Bancos y Seguros.
No obstante, los titulares de cada institución podrán designar un equipo mínimo de personal que deberá presentarse físicamente si así se requiere.
Quedan excluidas de esta disposición las instituciones relacionadas con:
- Seguridad nacional
- Atención médica y hospitalaria de emergencia
- Oficinas de atención al ciudadano
- Entidades con citas programadas o emisión de documentos urgentes
- Estas continuarán operando en sus horarios habituales.
Recomendaciones a la población
El Gobierno también exhortó a la ciudadanía a reforzar las medidas de bioseguridad para prevenir contagios:
- Uso de mascarilla en espacios públicos y edificios cerrados
- Lavado frecuente de manos o uso de desinfectantes
- Evitar aglomeraciones en espacios reducidos
- Acudir a centros de salud ante síntomas respiratorios
- Esta decisión se enmarca en un esfuerzo por proteger la salud pública y evitar una mayor saturación del sistema sanitario nacional.