Un ciudadano hondureño, identificado como José Castro-Rivera, murió tras ser atropellado en la autopista interestatal I-264, en la ciudad de Norfolk, Virginia, mientras intentaba escapar de un operativo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Según el reporte oficial de la policía local y declaraciones del ICE, Castro-Rivera se encontraba en el país de manera irregular y fue interceptado por agentes migratorios como parte de una operación basada en inteligencia.
Al momento de la detención, salió corriendo del vehículo en el que viajaba, cruzando la autopista a pie, donde fue embestido por un automóvil. A pesar de las maniobras de reanimación realizadas por los agentes, falleció en el lugar.
El ICE emitió un comunicado en el que calificó el resultado como “horrendo” y afirmó que “podría haberse evitado si Castro-Rivera hubiera cumplido con nuestros oficiales”.
El caso ha generado fuertes reacciones entre abogados de inmigración y organizaciones defensoras de derechos migrantes, quienes señalan que el incidente refleja el clima de miedo que enfrentan las comunidades indocumentadas ante el aumento de operativos federales.
Eduardo Zelaya, de la organización We Are CASA, denunció que “esto va más allá de la ideología, está transformándose en política… solo por nuestra apariencia o acento estamos siendo atacados”.
Reigel también recomendó a los migrantes conocer sus derechos legales, enfatizando que “el conocimiento es poder” y puede ayudar a tomar decisiones más seguras en situaciones de riesgo.
La muerte de José Castro-Rivera ha sido confirmada por medios estadounidenses y agencias internacionales. Se espera que en las próximas horas la Cancillería de Honduras emita un comunicado oficial y notifique a sus familiares sobre el fallecimiento.
