Julio Raudales, analista y economista hondureño, aseguró que la debilidad de Honduras en su lucha anticorrupción es actualmente el principal obstáculo para volver a ser parte de la Cuenta del Milenio.
El analista en economía quien participó en la primera propuesta de Honduras para la Cuenta del Milenio, recordó que durante la primera y única vez que el país accedió a este programa, aún no existía el requisito del control de la corrupción.
El programa de la Cuenta del Milenio, financiado por el gobierno de Estados Unidos a principios del siglo XXI, surgió tras la aprobación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2000.
Como parte de su contribución, Estados Unidos decidió donar fondos a los países más pobres, incluyendo a más de 20 países africanos y algunos latinoamericanos como Bolivia, El Salvador, Honduras y Nicaragua, refirió Raudales.
Honduras presentó una propuesta de 215 millones de dólares, que incluía la construcción del Canal Seco y el fortalecimiento de la producción agrícola en su entorno. Este proyecto, considerado exitoso, se concluyó en 2011. Raudales señaló que, si Honduras fuese aceptado nuevamente en la Cuenta del Milenio, tendría que proponer un nuevo contrato, con un valor estimado de entre 200 y 400 millones de dólares, a ejecutarse en un plazo de 5 a 7 años.
Sin embargo, Raudales subrayó que el país enfrenta desafíos significativos en términos de gobernabilidad y transparencia, los cuales son evaluados por el Banco Mundial al medir el compromiso de un país en la lucha contra la corrupción.
El economista mencionó la importancia de la selección de los 15 magistrados de la Corte Suprema de Justicia en 2023, quienes fueron elegidos en base a una repartición partidaria, en lugar de los méritos de los candidatos.
Raudales destacó que estos factores serán cruciales para determinar si Honduras puede mejorar su percepción en cuanto a la lucha contra la corrupción. El desempeño de los operadores de justicia, así como el proceso de selección en la Fiscalía, donde los candidatos con las mejores calificaciones no fueron electos, son elementos clave en la evaluación que realiza el Banco Mundial.
Según Raudales, es fundamental que el Estado hondureño demuestre un verdadero compromiso organizacional para combatir la corrupción, más allá de consideraciones partidarias.
