La presidenta, Xiomara de Zelaya, instruyó la separación inmediata de cualquier funcionario o agente policial que haya dado órdenes de reprimir a los manifestantes que se encontraban frente al Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop), tras los disturbios registrados la noche del lunes en Tegucigalpa.
Horas antes, la Policía Nacional había desalojado a simpatizantes del Partido Libertad y Refundación (Libre) que mantenían bloqueado el bulevar Fuerzas Armadas, acción que permitió la reapertura del paso vehicular en esa transitada vía de la capital.
Durante la protesta, los colectivos de Libre cerraron ambos carriles mediante la colocación de conos y la quema de llantas, generando caos y paralizando el tránsito.
Pronunciamiento presidencial
Tras conocer los hechos, la mandataria declaró: “He sido informada de los hechos ocurridos frente al Infop y quiero ser clara y contundente: en mi gobierno no se reprime al pueblo”. Según detalló, mantuvo comunicación con el general Roosevelt Hernández y el secretario de Seguridad, Gustavo Sánchez, a quienes giró órdenes inmediatas para cesar cualquier uso desproporcionado de la fuerza y garantizar la integridad de los manifestantes.
Xiomara de Zelaya recalcó que su administración se sostiene en la paz, la democracia y el respeto a los derechos humanos, asegurando que los ciudadanos tienen derecho a exigir transparencia en los procesos electorales.
“La protesta es pacífica, la gente ha estado en calma; incluso hemos visto bailes. No es posible que se tomen acciones represivas contra una población que lo único que exige es respeto a sus derechos”, afirmó.
Contradicciones y violencia en las calles
Sin embargo, las imágenes y reportes audiovisuales de las protestas contradicen el discurso oficial. Los disturbios muestran quema de llantas, lanzamiento de piedras y enfrentamientos en los alrededores del Consejo Nacional Electoral (CNE). Además, se han registrado incidentes de intimidación contra consejeras del CNE y agresiones a ciudadanos ajenos a las manifestaciones, lo que evidencia un clima de violencia y confrontación.
La escalada de tensión pone en entredicho la narrativa de protestas “pacíficas” y refleja la dificultad del gobierno para controlar a sus propios colectivos, que en días recientes han protagonizado tomas de carreteras y disturbios en distintos puntos del país.
La presidenta ordenó al jefe de las Fuerzas Armadas y al secretario de Seguridad informar de inmediato sobre lo ocurrido, identificar a quienes habrían actuado sin autorización y aplicar correctivos, incluida la separación de los responsables.


