En la reunión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) los representantes de la Misión de Observación Electoral confirmaron que las elecciones en Honduras están lejos de ser un proceso perfecto, pero, aun así, no se encontraron indicios de fraude durante la votación ni en la transmisión de los resultados.
El jefe de la misión, Eladio Loizaga, presentó el informe oficial en el que destacó que, pese a las dificultades, la ciudadanía hondureña actuó con civismo y su voluntad debe ser respetada.
Señaló que los observadores e ingenieros desplegados en los 18 departamentos del país mantuvieron vigilancia antes, durante y después de la jornada electoral, garantizando un análisis imparcial y técnico del proceso.
Un proceso con retrocesos, pero sin dolo ni manipulación
El informe subraya que estas elecciones representaron un retroceso en comparación con procesos anteriores, debido a los conflictos internos entre los consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE), lo que provocó retrasos en el cronograma y tensiones institucionales.
Aun así, la misión reiteró que no hubo manipulación del material electoral ni de los sistemas informáticos, solo deficiencias operativas y falta de pericia en algunas etapas del proceso.
Loizaga recordó que, aunque se registraron contratiempos, estos fueron solventados en el momento y no constituyeron evidencia de fraude. La misión también destacó que la participación ciudadana fue masiva y pacífica, demostrando un fuerte compromiso democrático.
Llamado a la calma y advertencia contra tácticas dilatorias
Durante la sesión, varios embajadores hicieron un llamado a la calma y a respetar los resultados que emanen del CNE. La misión de la OEA advirtió sobre tácticas dilatorias que podrían estar intentando sabotear el proceso y retrasar la declaratoria oficial.
El informe enfatiza que las actas físicas son las que contienen los resultados legales y que el país debe avanzar cuanto antes hacia el escrutinio especial de las actas con inconsistencias, un paso clave para completar el conteo y brindar certidumbre a la población.
CNE bajo presión y denuncias sin sustento
Aunque algunos sectores políticos han denunciado fraude, la misión reiteró que no encontró elementos que respalden esas acusaciones. Señaló que el CNE ha trabajado dentro de los tiempos legales, pese a adversidades, presiones y episodios de boicot.
La OEA insistió en que la transparencia del proceso depende de que las instituciones hondureñas continúen trabajando con apego a la ley y sin interferencias externas.
Finalmente, la misión elogió el comportamiento ejemplar de la ciudadanía hondureña, que acudió a las urnas de manera ordenada y pacífica. Para la OEA, este compromiso democrático debe ser honrado garantizando que la voluntad popular prevalezca.


