En medio del proceso electoral que vive el país, el candidato a diputado del Partido Libertad y Refundación (Libre) Carlos Eduardo Reina, ha hecho una declaración que ha encendido el debate público: “Aquí cabe una reflexión profunda”, dijo, en referencia a los audios que circulan y que involucran a figuras del Partido Nacional.
La frase, aunque breve, invita a mirar más allá del escándalo mediático y examinar el contexto histórico y político que rodea a los protagonistas. “Por sus frutos los conoceréis”, recuerda el candidato, citando la tradición cristiana. No se trata solo de lo que se dice, sino de lo que se ha hecho.
Las preguntas planteadas por el candidato son directas y punzantes:
¿Ha sido el Partido Nacional un ejemplo de honestidad?
¿Nunca ha cometido fraude electoral?
¿Nunca ha violado la Constitución?
¿Nunca ha tenido vínculos con el narcotráfico o la corrupción?
¿Nunca ha promovido golpes de Estado?
La respuesta, según el candidato, es evidente. Y para muchos hondureños, también lo es. El Partido Nacional ha estado vinculado históricamente a episodios de alta tensión política, incluyendo el golpe de Estado de 2009, múltiples denuncias de corrupción, y procesos electorales cuestionados por organismos nacionales e internacionales.
Los audios y la memoria colectiva
En este contexto, los audios no se interpretan como simples grabaciones. “No es la voz lo que los delata, sino su conducta repetida a lo largo de los años”, afirma el candidato.
Para él, los hechos dan peso a las palabras. “El que ha vivido del fraude, teme a la verdad. Y esta vez, la verdad tiene voz… y está siendo escuchada.”
La frase resuena en un país donde la desconfianza hacia las instituciones ha sido alimentada por años de impunidad. Los audios, más que una revelación, parecen confirmar lo que muchos ya sospechaban.
¿Quién quiere destruir la elección?
La nota cierra con una pregunta que no necesita respuesta explícita: “¿Quién quiere destruir la elección? ¿Quién va ganando o quién va perdiendo?” En tiempos de campaña, los intentos por deslegitimar el proceso electoral suelen venir de quienes sienten que el poder se les escapa.
La ciudadanía, por su parte, observa con atención. Porque en Honduras, la democracia no solo se defiende en las urnas, sino también en la conciencia colectiva. Y esta vez, parece que la verdad no solo se escucha… también se recuerda.
La democracia no se defiende con discursos vacíos, sino con acciones transparentes. Y hoy más que nunca, Honduras necesita que la verdad no solo se escuche, sino que se convierta en justicia.
Reflexión sobre los audios.
Aquí cabe una reflexión profunda.
Dice la vieja tradición cristiana: “Por sus frutos los conoceréis.”
No por lo que dicen, sino por lo que hacen.
Entonces me pregunto:
¿El Partido Nacional ha sido un ejemplo de honestidad?
¿Nunca ha hecho fraude?…— Carlos Eduardo Reina (@CarlosEReina) October 30, 2025


